Regresó un caso que lleva ya muchísimos años sin una conclusión —13 años sin que se dicte una condena— y en el que está relacionada Isabel Miranda de Wallace y Brenda Quevedo Cruz, acusada de secuestrar al hijo de la fundadora de Alto al Secuestro. Esta historia resurgió gracias a una serie de recomendaciones del Grupo de Trabajo Sobre la Detención Arbitraria de la ONU, que pidió la liberación inmediata de Quevedo. ¿Por qué?
Enriqueta Cruz, mamá de Brenda Quevedo, presentó el 8 de octubre —en Aristegui Noticias— un documento publicado a finales de septiembre y en el que el Grupo de Trabajo sobre la Detención Arbitraria de la ONU pide la liberación de su hija y llega a considerarla una víctima de tortura y detención arbitraria.
Luego, en la confe mañanera del 9 de octubre, AMLO fue cuestionado sobre qué hará su gobierno ante las recomendaciones del grupo de la ONU.
Y el presidente dijo que este caso será analizado y acepta, de una vez, la recomendación de la ONU porque es una organización internacional seria.
Si todo este caso te parece lejano o sabes poco sobre el secuestro del hijo de Isabel Miranda de Wallace y el operativo que se llevó a cabo para dar con los responsables, va un breve recuento de esta historia que comenzó en 2005 —y por la que Brenda Quevedo Cruz ha pasado 13 años en prisión, sin contar con una condena y rodeada de una familia que intenta que ella salga pronto de la cárcel, pues han argumentado tortura por parte de las autoridades durante todo este proceso.
El caso Wallace
El caso se remonta al 11 de julio de 2005, cuando Hugo Alberto Miranda de Wallace fue secuestrado por un grupo de seis personas —entre ellas Brenda Quevedo Cruz.
Según la versión de la PGR —basada en los testimonios de los detenidos Juana Hilda González, César Freyre Morales, Jacobo Tagle Dobin, Tony Castillo Cruz y Alberto Castillo Cruz—, este grupo organizó el secuestro de Wallace Miranda, llevándolo con engaños a un departamento y pidiendo un rescate por 950 mil dólares.
Tras el secuestro de Hugo Alberto, su mamá Isabel Miranda comenzó una campaña de activismo para presionar a las autoridades para que investigaran el caso y dieran con los responsables.
La activista comenzó a colocar espectaculares con los rostros de los presuntos responsables y al final, las autoridades se movieron a su lado hasta dar uno a uno con los secuestradores y asesinos de Hugo Alberto.
Poco a poco, fueron cayendo los implicados, quienes ya con un testimonio en la mano, aceptaron su responsabilidad por el secuestro y asesinato.
Luego, en 2010 Isabel Miranda de Wallace recibió el Premio Nacional de Derechos Humanos, de mano de Felipe Calderón, por su lucha en este caso y su trabajo contra el secuestro.
Sin embargo…
Brenda Quevedo Cruz
En 2007 Brenda Quevedo fue detenida en Estados Unidos —dos años después del secuestro de Hugo Alberto Miranda de Wallace.
Después, en 2009 la joven fue extraditada a nuestro país para enfrentar los cargos en su contra. No obstante, antes y después de su proceso en México, la familia de Brenda Quevedo temía por su vida. ¿Por qué?
De acuerdo con la familia, Brenda fue señalada de manera injusta y tuvo que autoexiliarse en Estados Unidos para no ir a la cárcel.
Pero no logró evadir la investigación de la PGR.
Luego, al llegar a México, comenzaron las denuncias por tortura. Y como si estas no existieran, Brenda Quevedo pasó de prisión en prisión sin recibir condena… hasta cumplir 13 años en detención, sin que las autoridades la acusaran formalmente.
Ahora, 15 años después del caso de Hugo Alberto, el Grupo de Trabajo Sobre la Detención Arbitraria de la ONU emitió un documento en el que considera a Brenda como víctima de una detención arbitraria, tortura, tratos crueles, inhumanos y degradantes durante su proceso.
En el documento, el Grupo de Trabajo pidió la liberación inmediata de Brenda Quevedo, el derecho a la reparación del daño por parte del Estado y que el gobierno realice una investigación independiente.
Y es que aunque la PGR se movilizó y hasta se colocaron espectaculares en busca de los secuestradores, la justicia nunca dictó una condena contra Brenda Quevedo Cruz —lo que se traduce en el hecho de que no se comprobaron los delitos en su contra por presunta delincuencia organizada y privación de la libertad en la modalidad de secuestro.
Al caso de Brenda, se sumaron otras denuncias —por parte de otros detenidos— que han argumentado que su confesión fue entregada a base de tortura, golpes y presión por parte de la PGR.
Estas denuncias le han restado credibilidad a la investigación armada por la PGR de Felipe Calderón y han puesto en duda un caso súper sonado en la primera década del 2000.
Ahora, ante las recomendaciones de la ONU y las declaraciones de AMLO, Isabel Miranda de Wallace alegó que las denuncias de la familia de Brenda Quevedo son falsas y que todo el proceso fue documentado por la CNDH (Comisión Nacional de Derechos Humanos).