El arte del grafiti no está hecho para ser entendido por todos. Para muchos el arte urbano debe ser trasgresor y no conformarse, para otros la pintura de su casa es demasiado importante. Sin entrar a ese debate, lo cierto es que los abusos que comete la policía en contra de estos artistas callejeros no se justifican de ninguna manera.
Ciertamente, algunos opinarán que pintar en las calles es un crimen y no hay vuelta de hoja. Es un argumento válido. No obstante, un crimen no se limpia con otro crimen. La policía no puede abusar de su poder a ese nivel, no debe humillar a los ciudadanos en ningún caso. Todos tenemos derecho a un proceso justo, y no se puede decir que lo que hace este abusivo es justicia, no es más que otro crimen. Puede ser que el joven merezca un castigo, pero el policía merece un castigo más fuerte, al menos eso es lo que dice la ley.
Por otro lado, la ley y su aplicación deben ser acompañadas de un buen criterio. El video fue tomado a las afueras de una comisaría de Sao Paulo, Brasil. Desde hace varios años, en esa ciudad existe un movimiento masivo de artistas callejeros que se expresan en las paredes de la urbe. Este movimiento no surgió de la nada, es expresión de una fuerte desigualdad. Ante una sociedad que ha borrado a enormes grupos de jóvenes, que los ha echado hacia afuera, que los ha marginado y burlado por años; no es raro que esos grupos de jóvenes reaccionen de alguna manera. Las pintas callejeras suelen ser protestas públicas y una forma de hacerse ver en una ciudad que niega a grandes sectores y los trata hostilmente.
Lo más fácil es desacreditar un movimiento de esta naturaleza, porque es cierto que pintar en las calles es un delito. No obstante, no podemos ser tan cortos de miras como para no pensar por qué ocurre esto.
Finalmente, lo más importante de este caso es que no importa el crimen que una persona cometa, no se puede permitir que la policía humille a los ciudadanos de esta manera. Después de lo que se ve en este video, el policía obligó al joven a que dijera “Perdón señor, no volveré a pintar en la comisaría de policía”, y él sólo le contestó “Y ahora vete de aquí antes de que me arrepienta”.