En el marco del V Congreso Nacional de la Academia de Ingeniería, en la UNAM, el Premio Nobel de Química, Mario Molina, advirtió que de continuar el aumento en la concentración de bióxido de carbono en la atmósfera, la humanidad enfrentará graves problemas, ya que esto derivará en un incremento en la temperatura de la Tierra de hasta siete grados.
En la actualidad, la concentración de bióxido de carbono es superior al 40% del que ha existido en el último medio millón de años. En menos de un siglo se podría presentar un evento geológico similar al Máximo Térmico del Paleoceno-Eoceno, esto debido a la modificación que presentaría la composición química de la Tierra. Dicho evento geológico -ocurrido hace 20 mil años- significó el incremento de la temperatura promedio del planeta en aproximadamente cinco grados.
El aumento de la acumulación del gas en la atmósfera terrestre se explica por la quema de combustibles fósiles, problema que se suma a la deforestación creciente. Esto afecta el proceso de la fotosíntesis, lo cual altera la velocidad en que se regenera el oxígeno, explicó Mario Molina. El Nobel también comentó que hay un 90% de probabilidades de que la concentración de bióxido de carbono que se está presentando esté ligada con la modificación de la temperatura terrestre.
“Si no cambiamos drásticamente el volumen de las emisiones que tenemos hoy en día, la temperatura podría subir hasta siete grados centígrados, cambio similar a los de una época glacial o interglacial. Se considera de gran riesgo, al no estar seguros de las consecuencias que esto tendría para el desarrollo económico de las sociedades”.
Con lo anterior, se explican los cambios drásticos de temperatura que han impactado a nivel internacional. En el contexto nacional, podemos observar que hay regiones que sufren sequías dramáticas, mientras que en otras, las inundaciones han azotado a población que no se encuentra preparada para las inclemencias del clima.
“Nuestra generación tiene la responsabilidad de heredar a las futuras un desarrollo económico favorable (…) en cuyo diseño deben contribuir todos los países del orbe”, finalizó Mario Molina.
Vía: UNAM