Las gorritas, plumas, boletos de cine, spots ridículos y demás artilugios con los que los aspirantes a puesto público trataron de ganarse el voto en las pasadas elecciones federales no salieron nada baratas: algo así como 2 mil 771 millones de pesos.
Según datos ofrecidos por la Unidad Técnica de Fiscalización (UTF) del Instituto Nacional Electoral (INE), la manchada cantidad fue el costo de las campañas que ocurrieron este 2015, en las que – por ejemplo- hubo 15 elecciones locales con cerca de 10 mil 247 candidatos… por lo que a ojo de buen cubero se gastó un total de 170 mil pesos por campaña, para sumar un total de mil 751 millones de pesos.
En lo que respecta al batidero que se dio por una diputación federal, en éste participaron 2 mil 667 “políticos” que recibieron cerca de 382 mil pesos cada uno, es decir, mil 751 millones de pesos en total.
Pero bueno, según el INE hay motivos para decir que los candidatos casi se vieron austeros o no tan encajosos, ya que el total de dinero gastado representa menos del 15% de los topes que se habían establecido para las votaciones federales y estatales: más o menos 20 mil millones de pesos.
Aunque el total luce apantallante, quizás para muchos las sumas que según gastó cada político pueden parecer bastante bajas, considerando los evidentes gastos en spots, parafernalia, propaganda en la calle… la aparición del batimóvil, etcétera… pero hay que tener en consideración que la cifra total es sólo con lo reportado por los partidos: las autoridades electorales señalan que con lo contabilizado sólo se dispuso de 19 % del total de recursos públicos que recibieron este año los partidos.
¿Y entonces dónde está el resto?, pues aunque los partidos no reportaron algunos gastos, las cuentas deben de salir, ya que –según Ciro Murayama, presidente de Fiscalización del INE- estamos ante la fiscalización más rigurosa que se ha visto en la historia del país y ya que las omisiones fueron detectadas por la UTF, pues se pedirán cuentas claras.
“En cada evento al que nos presentamos levantamos un acta. Lo que veíamos lo comparábamos contra lo que reportaba el partido político. De la diferencia entre lo que observamos y lo que reportó el partido, se derivan una serie de observaciones (…) Una de las observaciones más recurrente fue la falta de comprobación de gasto”, comentó Eduardo Gurza, director de la UFT.