Cada que se acerca la época electoral, los candidatos a ocupar puestos de elección popular, se vuelven ávidos de votantes, hacen cualquier cosa por ser los preferidos de la gente, pero en ocasiones se les pasa la manita de gato.
En la denominada era de la información una imagen sigue siendo la mejor manera de mentir, debido a que es directa y no necesita la verborrea de los viejos políticos, sino sólo la ayuda de un programa de edición de imágenes.
Así, después de un par de filtros y retoques en manos de un mediano usuario del programa Photoshop, los aspirantes al poder pueden aclarar su piel, eliminar imperfecciones, disminuir los kilos de más, estirarse la piel, aumentar el tamaño de sus ojos, afilar la nariz, quitar manchas, arrugas, ojeras, papada, e incluso minimizar sus expresiones atolondradas… aunque únicamente en una foto.
Aquí unos cuantos ejemplos.
Tal parece que los políticos mexicanos son seguidores de Jonathan Swift y su pequeño tratado El arte de la mentira política, donde el satírico escritor le da una importancia tremenda al difícil oficio de la simulación en el ámbito de los hombres públicos.
Así que, querido elector, no se deje llevar por la propaganda electoral, no sea que cuando por fin se encuentre con su diputado o jefe delegacional en la vida real no lo reconozca por ser muy distinto a su versión de papel.
¿Qué otros candidatos recuerdan?
@plumasatomicas