Ohhhh espérense, que EPN salió con mensaje hasta ahora porque no quería que le ganara la risa… aunque parece que no es el mejor mensaje que se le puede dar.
Luego de una semana de la captura de Tomás Yarrington y dos días después de que por fin le echaron el guante a Javier Duarte, el presidente Enrique Peña Nieto dio un poderoso mensaje, con el que ya están temblando todos los involucrados en las redes de transas que (dicen) atiborran el sistema político de nuestro país.
Algo les ha de saber, porque durante la toma de protesta de la nueva dirigencia del Congreso del Trabajo, el mandatario hizo referencia a las detenciones de “dos exgobernadores” que habían sido buscados por la justicia mexicana. Sin colgarse la medallita (al menos no de forma tan descarada como Yunes), EPN señaló que la captura de Duarte y Yarrington se dio gracias al trabajo coordinado de las instituciones del gobierno mexicano (ajá), con sus contrapartes internacionales.
Pues ni tan coordinados…
Aunque ahora ya pelean su extradición, la captura de Yarrington no fue gracias al trabajo de las autoridades mexicanas. De que esto fuera del conocimiento de todos se encargaron estadounidenses e italianos. Mismo caso con Duarte: a pesar de que ahora en México se diga que apañarlo fue resultado de la buena coordinación de fuerzas de ambos países, en Guatemala parece que no están muy de acuerdo con eso.
En entrevista para SinEmbargo.mx, la Fiscal General de Guatemala, Thelma Aldana Hernández, señaló que fue hasta el 15 de abril que recibieron una nota verbal por parte de la embajada de México, en la que se solicitó la aprehensión con miras a extradición de Javier Duarte… esto pese a que desde noviembre hubo indicios que el exmandatario se encontraba en el país centroamericano. “De tal manera que antes del 15 de abril el Ministerio Público de Guatemala no podía actuar en función de extradición porque no había una solicitud. No se había recibido esta nota verbal del Gobierno de los Estados Unidos Mexicanos”.
En caso de llegar a México, Yarrington enfrentaría cargos que lo llevarían a purgar (en el mejor de los casos) una condena de 20 años… mientras que en Estados Unidos le esperarían dos condenas perpetuas.
Ahora bien, pese a todo, para Duarte la cosa no luce tan mal: su familia no es investigada (no hasta que las autoridades mexicanas lo dispongan, señaló la fiscal guatemalteca). Además, cuando llegue a México se podrá encontrar con un sistema permeado por muchos de sus excompañeros de partido… y bueno, a eso añádanle que los delitos financieros -según especialistas- no son tan fáciles de comprobar.
¿Entonces, cuál es el verdadero mensaje que dejan estas dos detenciones?
Independientemente de lo que determine el Poder Judicial, estas detenciones son un mensaje firme y contundente del Estado mexicano contra la impunidad2, dijo el presidente.
Algo así como “igual y no los encerramos, pero las imágenes ya quedaron para presumirlas en futuros spots”. Es el nuevo PRI.