Esta es una de las historias que desafortunadamente no veríamos en México. Carton Tavern es un pub que se encuentra en la ciudad de Westminster, en Londres, Inglaterra. Fue construido entre 1920 y 1921 y resulta que es de los únicos edificios que quedaron en pie cuando la zona fue bombardeada en la Segunda Guerra Mundial.
En 2015 su entonces propietario, un promotor inmobiliario israelí con sede en Tel Aviv, CLTX Limited, solicitó permiso al ayuntamiento de Westmintser para derribar el edificio y construir un edificio de departamentos con al menos 10 pisos. Por el valor histórico y demás, las autoridades no otorgaron el permiso pero de todos modos el dueño se pasó la negativa por el arco del triunfo.
Fue demolido de manera inesperada el 8 de abril de 2015. De acuerdo con algunos medios, el dueño le dijo al gerente que cerrara el lugar porque iban a hacer un inventario pero dos días después, cuando regresó, el lugar estaba demolido.
Unos meses antes de ser demolido ilegalmente, el Historic England (organismos público financiado por el gobierno para preservar edificios y lugares históricos) estaba considerando a la taberna Carlton para incluirlo en sus listas y por lo tanto ordenar su preservación y reconocimiento.
Y hasta ahí quedó.
La historia de este tipo de edificios con demoliciones es más o menos la misma en todos lados. El propietario pide permiso, no se lo dan, demuele ilegalmente, paga una multa y listo, continúa con sus planes para sacar dinero del lugar sin importar el valor histórico. Cosa que casi nunca pasa en México…
Pero esta vez no fue así.
La presión de la sociedad civil
Inmediatamente de la demolición, la sociedad civil se organizó para exigir al gobierno y al propietario del lugar, en primer lugar, una sanción equivalente al daño a la comunidad que se había provocado y además que se reconstruyera ladrido por ladrillo tal y como estaba.
Y así pasó.
El 5 de mayo de ese mismo año el ayuntamiento emitió un orden al propietario para que recreara el edifico tal y como estaba antes de su demolición. Pero no fue todo. También le impidieron al dueño que vendiera el lugar hasta que el edifico no fuera reconstruido.
En ese momento se ordenó la reconstrucción en un plazo de 18 meses a partí de la fecha de demolición. A pesar de ello el propietario se negó y llevó todo el caso a los tribunales con apelaciones.
Es por eso que se inició una investigación pública para considerar todos los recursos interpuestos por el propietario en 2016. Un tiempo después de que el propietario ya había aceptado la reconstrucción solicitó que entonces se incluyeran tres pisos más dentro de la taberna reconstruida, solicitud que también fue rechazada.
Como ya no le quedó de otra si quería sacarle algo a su berrinche, para abril de 2019 la mayor parte del exterior faltante del edificio ya había sido terminado. Para finales de febrero del año pasado, como el lugar aún no había abierto, el ayuntamiento de Westminster consideró una vez más emprender acciones legales contra el propietario y así le metieron velocidad.
Ahora ya está listo pero las medidas por COVID-19 en Inglaterra impiden su reapertura. Se espera que ello ocurra el próximo 12 de abril junto con todos los bares y tavernas de todo el país.
Una victoria ganada en conjunto y gracias a la presión de la sociedad civil.
Con información de The Guardian y BBC