La violación de una chica es una noticia que, por más común que sea en varios puntos del mundo, no deja de ser indignante. Y el caso ocurrido recientemente en la ciudad de Rio de Janeiro, Brasil, ha despertado más que rechazo por parte de la comunidad internacional.
No es para menos: se trata de la violación masiva cometida contra una joven de 16 años, por parte de un grupo conformado por 33 sujetos, quienes aprovechándose que la chica se encontraba sedada, abusaron de ella por varias horas.
Tal es la magnitud del caso, que ha sido comparado por los medios de la India como la “crisis Nirbhaya brasileña”, esto en alusión a un caso similar ocurrido en 2012, cuando una chica fue abusada a bordo de un autobus, lo cual terminó con la muerte de la víctima.
“A pesar de que los crímenes sexuales no son poco comunes en las favelas, donde las bandas armadas operan y, en muchas ocasiones, tienen como blanco víctimas inocentes, la brutalidad de este caso “shockea” completamente a el país. Con en hashtag #Estupro en el trending topic de las redes socieles, millones de personas pidieron acciones rapidas contra los responsables del crimen. La policía, por lo mientas, sólo ha identificado a dos personas”, señala el texto divulgado por el medio indio.
Al respecto, el presidente interino, Michel Temer, se pronunció “con absoluta vehemencia” en contra del hecho que -según adelantó- hará que el ministro de Justicia se reuna el próximo martes con los secretarios de seguridad de todos los estados, con el objetivo de adoptar medidas para contrarrestar la violencia sexual contra las mujeres.
Este día fue publicado en varios sitios de internet, un video en el que la joven agredida aparece aparentemente sedada y siendo víctima de una violación tumultuosa. Como era de esperarse, el video provocó la indignación de innumerables usuarios de las redes sociales, quienes alertaron a las autoridades de la incapacidad que poseen para hacer frente al evento olímpico que tienen en puerta.
Así como en varios puntos del mundo, los crímenes sexuales son una de las principales preocupaciones de las autoridades en Río de Janeiro, ciudad en la que -en promedio- cada día son violentadas sexualmente 12 mujeres.