El Bizco Club fue el escenario con más EDM, su atractivo físico fue la carpa, nos cubría del méndigo sol y en la noche no dejaba escapar las luces de los actos en vivo.
Mucho se dijo sobre que no había mexicanos en el cartel del CC13, y de último momento se agregó este joven DJ de Aguascalientes. Estábamos esperando a que dieran las 3 de la tarde, había unas 50 personas en Bizco, Danny Brand salió a escenario puntualísimo y conforme empezó a tocar, la carpa se fue llenando poco a poco. Se las vio difícil porque le tocó abrir Bizco Club, pero lo hizo muy bien.
A las 4 de la tarde NGUZUNGUZU ya estaba haciendo viajar a los grifos tempraneros, tenían unos visuales M U Y abstractos, coloridos y padres, esto aunado a su música hizo que varios se dieran un deleite increíble.
Peace nos estremeció con sus guitarras y líricos, fue una presentación familiar porque literal nos tocó ver una familia de papá, mamá, 2 hijos grandes y un bebé de brazos disfrutar la música y el ambiente. Estuvo todo muy relajado, tranquilito, un ambiente ligero que los verdaderos fans deben de haber disfrutado de verdad.
Cuando ves su nombre en la alineación, Toy no se distingue mucho de las otras nuevas bandas que apenas este año -o el pasado- lanzaron su debut. Ya en el escenario, la banda británica se encargó de dejar una buena impresión tanto en el público ignorante de su existencia como los que han seguido su trayectoria en los últimos meses. Su estilo es muy simple: cubrir el espacio de texturas y texturas con dos guitarras y un bajo, mientras los teclados ponen la melodía que sirve de gancho como en “My Heart Skips a Beat”. Pero la banda brilla mejor en las canciones donde se extienden por casi diez minutos en bloques instrumentales donde predomina el fuzz de la guitarra principal, como en el caso de “Dead & Gone”. Fue un set donde varias personas se quedaron perplejos, mientras otra sección de la audiencia se dejó llevar entre las matices sónicas.
Cuando salió Jacques Lu Cont creímos que era momento de descubrir los Food Trucks y comer mientras veíamos sentaditos al inglés, súper buena idea, ya que para The Presets ya teníamos recargadas las pilas y pudimos desgastar los tenis de tanto baile. Sí, sí, era mitad DJ set mitad live act, pero con más de la primera. Extrañamos muchísimo sus versiones con la banda en el escenario, pero igual no lo hicieron mal. “My People” obvio llamó a los gritos cuando la canción lo pedía.
Luego corrimos y corrimos para alcanzar un poco de Phoenix y en el momento que recorríaamos la pista se escucharon los gritos de ovación y sus visuales se hicieron presentes, cuando terminó Phoenix volvimos a correr, teníamos que ver a M.I.A. y cuando llegamos todos se sentían gangsters living the thug life haciendo con su mano una pistola y disparándola al cielo mientras sonaba “Paper Planes”. Hizo de todo en el escenario, hasta nos enseñó cómo fumaba (if you know what we mean). “Bucky Done Gun”, “Galang” la maravillosa “Born Free”. Puso a todos como si fuera la fiesta del fin del mundo.
Después de M.I.A llegó Blondie, con sus clásicos que se adaptaron a las nuevas generaciones de chicas con coronas de flores fuera de época bailando al ritmo de “One Way Or Another”. Tocaron “Maria”, nadie lo vio venir, pero no podemos negar que estuvo divertido. Debbie ya no alcanza las mismas notas que antes, ¿pero qué esperaban? tienen 68 años, lo que se escucha igual o hasta incluso mejor, son los instrumentos. ¿El riff de “Atomic”? eso valió toda la pena aunque estuviéramos geográficamente hasta atrás y no viéramos nada. Más gente viendo a Blondie no se podía. Todo el festival estaba ahí y alrededor por ser quienes cerraban el primer día.
En el Día 2 DJ Harvey acompañó nuestra caminata por la pista en lo que llegábamos al Bizco. El día anterior no había sido tan amable con nosotros.
Llegamos para ver a Mueran Humanos, era difícil decir si le gustaron al público que iba pasando, o tuvo curiosidad porque durante su presentación casi la mitad de los asistentes estaban sentados y ni los pelaron, pero no dudamos que estuvieran descansando del tremendo sol.
Los que nos sorprendió fueron Fuck Buttons, no son DJ’s convencionales porque parecía que durante su presentación se estaban peleando, se veían de frente, como si estuvieran jugando ping pong o air hockey. Claro que tenías que conocerlos un poco para apreciarlos por completo, no llegaron a conquistar asistentes sino a enseñarnos cómo lo habían hecho.
Lo más pesado que escuchamos en esa carpa fueron a las Savages, todos movían su cabellera al ritmo del riff de la guitarra y de los golpes de la batería. Hasta vi a varios “metaleros” que se me hace que sólo las fueron a ver a ellas porque no los volvimos a ver.
Al pobre Jamie xx se le mermó el público por culpa de los Arctic pero lo hizo muy bien, rompió con el estigma que tenían varios sobre él, de que sería algo como The xx, pero no, fue una experiencia totalmente diferente y rara.
Tan pronto como Grimes pisó el escenario la multitud enloqueció, aplausos, gritos y chiflidos, para ser su primera vez en México le fue de maravilla, el público la quiere mucho.
Y para cerrar con broche de oro: Giorgo Moroder.
Antes de que empezara a tocar nos preguntábamos cómo iba a ser su show, y en el momento en que entra y se pone a mezclar de la forma en la que lo hizo, nos explotó la cabeza. Los remixes que hizo de clásicos con beats modernos le dieron al Corona Capital el cierre perfecto.
Lo que más nos llamó la atención es que las presentaciones más aplaudidas y con más gente fueron de puro Girl Power, tanto Blondie como M.I.A. y Savages fueron la cereza del pastel del Bizco Club.
Reseña: Romeo Coutiño
Fotos sábado: Christian Ferenc
Fotos domingo: Iyali Ávalos