Sábado

Finalmente llegó el tan esperado día para comenzar con la jornada de conciertos. Dos días de ver tocar bandas de diversos estilos musicales. Justo eso es lo mejor de un festival, conocer las propuestas musicales de cada artista, y qué mejor manera de hacerlo que viéndolos en vivo.

La banda encargada de inaugurar este año el escenario Capital fue Nostalghia, que de hecho no hubieran tocado en el festival si no hubiese sido por la cancelación de Conor Oberst, ya que esta banda angelina con tintes góticos fue la elegida una vez que se ajustaron los horarios de este escenario.

Su presentación no fue precisamente la más prendida para comenzar el día de conciertos; además, como desventaja tenía que no había mucho público. Aun así, la banda liderada por Ciscandra Nostalghia, a quien le acompañan el baterista Roy Gnan y la chelista Claire Courchene, tocaron su set en el que escuchamos una mezcla de sonidos góticos, gypsy y con un sonido oscuro. Cualquiera que haya visto a esta banda en vivo, seguro le pasó por la mente que la vocalista imitaba un poco a Björk.

Después, el escenario recibió a una banda con una propuesta totalmente opuesta: The Postelles. Esta fue una presentación muy roquera, todos los integrantes tenían una muy buena actitud sobre el escenario, como si sólo quisiera divertirse mientras tocaban sus canciones. Y es que precisamente esta banda es originaria de Nueva York, una ciudad de la que han salido buenas bandas de rock indie como The Strokes y Yeah Yeah Yeahs.

Lo mejor de este acto fue ver que la banda demostró roquear bien y desenvolverse bien sobre el escenario, puesto que Daniel Balk, el vocalista, supo manejar al público al grado de poner a todos a bailar con rolas como “White Night”, “123 Stop” y “The Last Time”, cover de The Rolling Stone.

La siguiente presentación estuvo a cargo de MS MR, un dúo que también se formó en Nueva York. Desde el primer momento en que Lizzy Plapinger y Max Hershenow pisaron el escenario, parecía que lo suyo era armar la fiestota; y para asegurarse de ello, en su setlist incluyeron “Dance Yrself Clean” de LCD Soundsytem. Y claro, una buena fiesta no es posible si no hay un buen anfitrión, y así lo hicieron tanto Max como Lizzy, con todo y su cabellera color verde y sus movimientos sexys de cadera.

Después de la fiesta vino un poco de calma con el acto de Kurt Vile & The Violators. Seguramente si sólo ibas de pasada y no conocías su música, la impresión era que el ambiente estaba apagado y que su música era un poco aburrida. Precisamente no había mucha gente, pero los que estaban ahí, realmente disfrutaban ver en vivo a esta propuesta musical. Incluso fue curioso ver a dos integrantes de The Postelles entre el público. Y más bien un acto como éste nos demuestra que un festival se puede vivir y disfrutar de diferentes formas, no siempre tiene que haber un ambiente alocado; también puede haber momentos para sólo escuchar a la banda en vivo e incluso, en este acto en particular, encontrarse con María (sí, Juana).

Hasta este punto, el escenario Capital se perfilaba como un lugar para escuchar bandas, con una trayectoria corta, pero con mucha actitud sobre el escenario y con muchas ganas de conquistar al público mexicano. Al menos así fue hasta la presentación de Imagine Dragons, una de las mejores sorpresas del Corona Capital.

Y fue una sorpresa porque es un nombre que ha sonado mucho últimamente; y sí, hay un poco de hype a su alrededor, pero su acto en vivo demostró que la banda tiene los elementos para ser algo más allá que una bandita de moda. No es que sólo se hayan parado sobre el escenario con la mitad del público ganado, sino que llegaron con una actitud de dar lo mejor de sí en cada canción que tocaban. De principio a fin Imagine Dragons mantuvo al público arriba y para concluir su show llevaron los ánimos de la gente al límite cuando tocaron su éxito “Radioactive” en una versión que duró casi 9 minutos con varias percusiones, lo cual le dio un toque especial.

Cuando terminó de tocar Imagine Dragons, la explanada del escenario se vació y era el turno de Dinosaur Jr. que tuvieron la mala fortuna de que su acto se empalmaba con Travis y The XX; así que fueron pocos los que pudieron disfrutar de intensos guitarrazos de hardcore punk y de ver a tres músicos que dominan a la perfección su instrumento. Y sí, quienes los vieron en vivo seguramente pensaron: “son tres tipos haciendo mucho ruido, pero ruido bien”. Algo de lo que tocaron en vivo fue “Freak Scene”, “Training Ground” de Deep Wound y “Just Like Heaven” de The Cure.

Una vez que terminó Dinosaur Jr. el escenario se volvió a llenar porque estaba a punto de tocar uno de los headliners de este día: Phoenix. Si tenías que trasladarte de algún otro escenario, tomaba un poco de tiempo llegar y acomodarse en un buen lugar por la multitud de gente. Y es que esta banda francesa tiene una gran conexión con el público mexicano, ya que todas las veces que han venido, sus conciertos han sido sold out.

Esta es la primera vez que tocan en un festival en México y con su show demostraron por qué son headliners, y es que tienen varios elementos: todos los miembros son excelentes músicos, se desenvuelven bien sobre el escenario, se acercan a sus fans durante el show, saben cómo complacer a su público y se entregan durante todo el show… ah, y claro, tienen buenas canciones.

Desde la primera canción, su más reciente sencillo “Entertainment”, hasta la última, “Funky Squaredance”, Phoenix tocó canciones que la gente coreaba completas. Además, Thomas Mars nos regaló algunos de los momentos más memorables del festival, como cuando se acercó al público para cantar frente a éste varias canciones (no sólo lo hizo una vez), o también cuando al terminar “Girlfriend” se quedó cerca del público mirándolo perplejamente durante dos minutos, sin decir nada, o como cuando la banda tocó una de las más esperadas de la noche: “If I Ever Feel Better”, también fue memorable cuando al terminar su setlist Thomas dijo que somos el mejor público en el mundo y después pidió que le cantáramos “Cielito Lindo”; y para rematar lo épico que fue este concierto, al final del show, Thomas se subió al pilar que sostiene el escenario, para ver a toda la audiencia, y después volvió a acercarse al público por última vez. Mejor cierre no pudo tener este escenario en su primer día de conciertos.

Domingo

El domingo comenzó la actividad en el escenario con las chicas de Deap Vally que por muy temprano que fuera ya tenían a su disponibilidad un buen grupo de personas listas para cantar y agitar un poco la cabeza. Diversión garantizada desde que se pararon en la tarima.

El escenario Capital lucía lleno hasta mucho más atrás de la consola en la espera de que Jake Bugg subiera al escenario. Era sorprendente que tanta gente estuviera esperando al británico de 19 años con todo y lo temprano que era, pero al momento en que se escuchó que la audiencia coreaba la mayoría de las canciones, era evidente que conocían muy bien al nominado del Mercury Prize de este año. Las adolescentes eran las que más le gritaban, se veían muchos carteles que decían “Marry me Jake”, incluso cuando comenzó “What Doesn’t Kill You”, su más reciente sencillo, los gritos aumentaron. Once canciones le bastaron para llevar al público de las lágrimas con “Broken”, al baile y saltos con “Lightning Bolt”.

Portugal. The Man sólo tuvo 40 minutos para dejar una impresión sobre la ecléctica audiencia del CC13, y cuando las canciones de la banda suelen durar más de 5 minutos, resulta difícil atascar el setlist aunque sea con los temas más conocidos. Pero bien, precisamente eso fue lo que hizo la banda de Alaska al tocar una especie de popurrí, donde una canción como “So American” hacía la transición a “People Say” sin ninguna pausa. La banda también tuvo tiempo para interpretar de manera magistral algunos temas de su más reciente álbum como “Evil Friends” y “Purple Yellow Red and Blue”.

Ya para la hora en que terminó Portugal no podía hacer más calor frente al escenario Capital, pero eso no era impedimento para las miles de personas que ya se empezaban a amontonar para ver por primera vez en México al alocado dúo neoyorquino: Matt & Kim.

Sin necesitar mucho, mas que una tarima para dar mejor visibilidad de la batería y el teclado además una pantalla de fondo, Matt y Kim salieron al escenario desbordando energía y listos para volver locos a todos con temas como “Block After Block”, “Overexposed” y “Now”.

Chistes sexuales, provocativos movimientos de Kim y muuuuchos globos fueron algunas de las cosas que abundaron durante la memorable presentación de la banda, misma que no se cansó de expresar su felicidad de presentarse en México por primera vez (gracias a una familia que le hizo saber que tenía muchos fans aquí) y de explicar gráficamente que por fin tendrán relaciones sexuales en nuestro país.

Mientras varias personas realizaban un crowd surfing, el dúo comenzó a entregar varios de sus éxitos: “Daylight”, “Let’s Go” e “It’s Alright”, así como épicas mezclas a temas de Drake, Dr. Dre y más.

Al terminar Matt & Kim fue momento de ir por una cerveza para alivianar la sed por tanto brinco, regresamos justo a tiempo para Stereophonics que con una actitud digna de cualquier rockstar que sabe cómo mover masas, Kelly y compañía tomaron el escenario Capital, el cual ya tenía a miles personas que apañaron su lugar desde las presentaciones pasadas.

Desde que la banda salió al escenario y saludó al mundo levantando los brazos, el grito de euforia se hizo notar en toda la Curva 4 del Autódromo. Temas como “Catacomb”, “Superman” y “Graffiti on the Train” fueron dando, poco a poco, más ánimos a los asistentes, quienes no se cansaban de gritar a todo volumen los pegajosos coros de las rolas de la banda de Gales.

Para cerrar con broche de oro su presentación, la banda aguantó los temas más esperados por todos: “Maybe Tomorrow”, “In a Moment” y “Dakota”. La última generó tal reacción de la gente que varios integrantes del grupo no pudieron esconder su cara de emoción al ver a sus fans mexicanos brincando por todos lados.

Con un retraso de poco menos de media hora, debido a fallas en el sonido y algún falso molesto en los teclados, Vampire Weekend pisaron el escenario, que no contaba con las columnas y el espejo gigante que tiene regularmente en esta gira. El escenario Capital contaba con más gente que en cualquier otra banda por el hecho de que Fun. canceló y por lo tanto había más gente para distribuirse en los demás escenarios. Vampire Weekend tocaba mientras la gente se quejaba de que ya no había cerveza en ningún stand y los repartidores eran la presa de todos los sedientos. La reacción ante temas nuevos y viejos era similar, destacando algunas de su álbum homónimo como “A-Punk” y “Oxford Comma”. Por el retraso, en espera de Arctic Monkeys, y para trollear a algún sujeto despistado, Ezra Koenig tocó el riff de “Do I Wanna Know?” ante la ovación general. Después de “Walcott”, era momento para la última banda del escenario Capital. Los Arctic Monkeys.

Desde que el staff comenzó a montar un par de luces del tamaño del escenario en forma de las letras A y M, iniciales de los Arctic Monkeys y nombre de su último disco, el público empezó a gritar. Antes de que comenzaran a tocar, las personas se colgaban de rejas o se subían a bardas, aprovechando que el control era nulo por parte de la seguridad del lugar. Ya no estaban los ríos de gente que corrían cuando Vampire estaba tocando, lo cual benefició a los que se quedaron a ver a Alex Turner cantar temas clásicos y del nuevo disco. La gente gritaba y saltaba más con los temas más antiguos y menos entre más recientes eran. El momento de lujo llegó cuando Miles Kane subió al escenario para tocar con los Arctic, “505” y así cerrar la última presentación en ese escenario.

Reseña sábado por: Viridiana Lazarini
Fotos de ambos días: Diego Figueroa @halofive

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