Se llama “chapulín” a un servidor que usan su puesto para saltar a uno más alto. En la mayoría de los casos, los chapulines se encuentran en cargos de elección popular que abandonan, con todo y responsabilidades, para volver a ser votados. Esto es justamente lo que están a punto de hacer los jefes delegacionales del Distrito Federal. Todos ellos. Esta es la primera vez en la historia en la que los 16 encargados de la administración de los departamentos de la capital mexicana dejarán su cargo en un mismo proceso electoral para competir, en este caso, por un asiento en la legislatura, ya sea en San Lázaro o en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal.
Esto es posible, explica Eduardo Huchim, analista político y exconsejero del Instituto Electoral del Distrito Federal, gracias a una laguna en la ley electoral dela Ciudad de México, con la que abre la puerta a que los delegados abandonen en cualquier momento y sin mayores trabas los puestos para los que la ciudadanía los eligió con miras a una nueva candidatura.
Los 16 chapulines, 14 del PRD, uno del PAN y uno más del PRI, acordaron con Mancera que todos se separarían de su cargo entre el 17 y el 18 de enero, esto en una reunión que tuvo lugar en el Antiguo Palacio del Ayuntamiento.
“Hay un riesgo, no precisamente de ingobernabilidad, pero sí de desfasamiento de las tareas que están a cargo de las jefaturas delegaciones, que son entre las más sensibles para la población. Si se descuidan asuntos que afectan la cotidianidad del ciudadano, es claro que estamos ante el riesgo de un efecto disruptivo en las tareas de las delegaciones”, dijo el experto en entrevista con Apro.
Aunque Huchim destaca que esta es la primea vez en que los 16 jefes delegacionales lo hacen a la vez, también recuerda que el chapulinismo tiene lugar en cada proceso electoral.
El 18 de enero es justamente el día en el arrancan las precampañas electorales en el Distrito Federal.
“No vamos a estar jugando. Si nos vamos, nos vamos en serio porque vamos a contender dentro del partido y, si nos quedamos, nos quedamos a concluir el proceso. Me parecería inadecuado e incluso políticamente no es conveniente ir y venir. En general estamos de acuerdo, todas y todos, que si hemos de ir a buscar una candidatura presentaríamos de manera definitiva la separación del cargo. Hay que ir a jugar en serio”, dijo la jefa delegacional en Tlalpan, Maricela Contreras.
Sin embargo, para Huchim el asunto no deja de ser preocupante.
“No es elegante que dejen tiradas las tareas por buscar otras que también van a dejar tiradas. Es una falta de seriedad y lo peor es que se puede esperar que al siguiente trienio se va a repetir. Eso no es elegante ni democrático”.
Detalló también los problemas que podrían quedar descuidados con esta decisión:
“Hablo de pavimentación, los aspectos de basura, los servicios urbanos que tienen a su cargo las jefaturas delegacionales que parecen menores, pero que si fallan por supuesto que puede hacer miserable la vida cotidiana de la población capitalina”.
No son pocos los analistas que han señalado la necesidad de cargar con más responsabilidades a los jefes delegacionales o bien , la necesidad de sustituirlos por otra clase de cargo, pues el puesto es uno de los más utilizados para ser chapulín dada la ligereza con que suele tomado.