Chelsea Manning es, junto con Edward Snowden, una de las filtradoras de información más importantes de la historia contemporánea. Mientras Snowden reveló las terroríficas extensiones de los tentáculos de la Agencia de Seguridad Nacional del Tío Sam, la soldado Manning reveló las violaciones a tratados internacionales y a derechos humanos que realizaba Estados Unidos en la guerra (ayudando así a terminar la intervención en Irak y Afganistán).

Manning estuvo en el Ejército de los Estados Unidos como biohombre (es decir, alguien que es biológicamente hombre, o más precisamente que nació con genitales masculinos), pero durante el proceso en el que fue enjuiciada, se supo que era una mujer trans y que deseaba comenzar su proceso de transición.

La soldado cumple actualmente una condena de 35 años de cárcel por la filtración de los documentos. Ella había solicitado recibir su tratamiento. Al final se resolvió que fuera el Pentágono el que lo administrara.

Este es, probablemente, el último episodio de la pugna entre el Ejército y la soldado (y termina con una pequeña, pero significativa victoria).

Chelsea Manning filtró más de 700 mil documentos que revelaron las comunicaciones secretas del Departamento de Estado y de las operaciones de Estados Unidos en Irak y Afganistán.

Recordemos que tanto las filtraciones de Snowden y de Manning fueron hechas a través de Wikileaks, organización de Julian Assange, quien está atrapado en la embajada de Ecuador en Londres desde el 2012 y cuyo asilo fue recientemente reiterado por el gobierno ecuatoriano.

Las extrañas reglas del Ejército estadounidense

El Ejército de Estados Unidos tiene algunas reglas incomprensibles. Una de ellas es la expulsión inmediata y sin honores de los miembros que se vistan con ropa del sexo opuesto (como si eso tuviera que ver con su desempeño como soldado o como si fuera denigrante la ropa de cualquiera de ambos géneros). Otro acto de transfobia es que también expulsan a las personas que ingresan y que se identifican con el género opuesto.

El Departamento de Defensa de los Estados Unidos revocó en 2011 la norma conocida como «Don’t Ask, Don’t Tell» que prohibía que pertenecieran al Ejército las personas que revelaran públicamente su homosexualidad. La norma discriminaba solamente la orientación sexual de las personas, no su identidad de género (para eso tienen las otras dos normas).

La soldado Manning tuvo que se diagnosticada por el Pentágono con «disforia de género», que es el conflicto entre la identidad de género y el sexo asignado al nacer (aunque el derecho de determinar la identidad de una persona no debería ser patologizado, sino ser simplemente una opción más para cualquiera).

Por otro lado, la Asociación Americana de Psiquiatría ya no considera a la «disforia de género» como un trastorno mental. Pero bueno, como bien sabemos, el Ejército es una institución que avanza muy lento en la cuestión social, así que ellos sí conservan la vieja definición de «disforia de género» y establece como causa de baja el que alguno de sus miembros sea diagnosticado con ella (¿?).

Numerosas organizaciones civiles ya han pedido al Ejército que actualice su definición para que sea compatible con la de las autoridades médicas del país. Además exigen que permita el servicio militar a los ciudadanos transexuales que quieran servir a su país, como es el caso de Reino Unido, Australia e Israel donde sí pueden hacerlo.

Obama mismo ya dijo en 2013 que:

«El valor no tiene género»

El mismo secretario de Defensa, Chuck Hagel, ex senador republicano y veterano de la guerra de Vietnam, ya dijo que estaba «abierto» a reconsiderar cambiar la prohibición actual. Es más, él mismo dijo a ABC:

«Cualquier estadounidense con las calificaciones para servir en el Ejército debería tener la oportunidad de hacerlo»

En fin, no sabemos de dónde salieron las reglas del Ejército estadounidense, lo que sí sabemos es que, si bien Manning no salvó al mundo, sí nos dio las pruebas fehacientes de que Estados Unidos no es un país heroico y que sus soldados cometen crímenes terribles en las guerras, respaldados por sus oficiales y, en última instancia, por su gobierno.

 

***Vía Wire, The Guardian, el País

 

Todo lo que no sabías que necesitas saber lo encuentras en Sopitas.com

Fundé Sopitas como hobby y terminó siendo el trabajo de mis sueños. Emprendedor, amante de la música, los deportes, la comida y tecnología. También comparto rolas, noticias y chisma en programas...

Comentarios

Comenta con tu cuenta de Facebook