Cuando al administrador de la churrería “El Moro” le dijeron “trae pa’cá el chorizo”, creyó que iba a tener que adherirse al movimiento #MeToo, sin embargo, el asunto – aunque criminoso – iba con otros tintes.

De acuerdo con El Universal, un empleado de la famosa churrería se suma a las cifras delictivas de la CDMX, esto luego de ser víctima de un amante de lo sabroso, digo, ajeno. Según el reporte policial, la tarde del pasado 10 de diciembre el administrador de una de las sucursales de “El Moro” iba muy quitado de la pena cuando fue interceptado por tres motociclistas quienes, a punta de pistola, le dieron vajilla con las dos bolsas que llevaba.

 

Al grito de “cáete con todo lo de valor” el empleado nomás entregó la bolsa en la que llevaba unos nada despreciables 120 mil pesotes… no obstante, los golosos asaltantes notaron que la víctima llevaba en otra bolsa el alimento de forma fálica y pa’ pronto, no se quedaron con las ganas y arrebataron también los 20 kilos del ingrediente pa’ los molletes.

Bueno, lo anterior suponemos que es lo que pasó… lo que hasta ahora se sabe es que era una linda tarde de diciembre y el empleado iba a bordo de su vehículo con la bolsa de chorizo… lo agarró la luz roja del semáforo y fue ahí, en las calles de Medellín y Sinaloa de la Roma Norte (alcaldía de Cuauhtémoc) cuando los motociclistas lo interceptaron, obligándolo a abrir la cajuela para sacarle el embutido (sin albur).

Cómo dictan los cánones, se abrió la carpeta de investigación para que la Procuraduría General de Justicia de la CDMX haga las acciones pertinentes pa’ ver cómo resarce el robo de los kilos de chorizo recién comprado.

Y fin. Una lamentable pérdida para los clientes de “El Moro”, quienes en un festín redundante acostumbran echarse un churrito y una de chorizo (torta, suponemos). Pero ni modo, hasta que se vuelvan a surtir, eso no podrá ser.

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