Estados Unidos declaró a los ciberataques como la amenaza principal que hay para el país.
Por primera vez desde los ataques a las Torres Gemelas en el 2001, y luego de la muerte de Osama Bin Laden, el terrorismo dejó de ser la amenaza más importante para Estados Unidos.
Durante una presentación ante el Comité de Inteligencia del Senado, James Clapper, director de la Oficina de Inteligencia Nacional, declaró que el modo en el que está evolucionando la tecnología informática va a tal velocidad que es difícil hacer frente a nuevas amenazas.
A la conferencia asistieron los directores del FBI, la CIA, la Agencia Nacional Antiterrorista y la de Inteligencia del Departamento de Defensa.
El gobierno estadounidense colocó la ciberseguridad como prioridad pues el último año los ataques de este tipo derivaron en pérdidas económicas multimillonarias.
Al gobierno le preocupa una agresión pueda paralizar a Wall Street, dejar sin luz y colapsar redes de transporte del país o sustraer información de las administraciones federales.
Por otro lado, el general Keith Alexander, jefe del recién creado Comando Cibernético del Pentágono anunció la creación de 13 unidades especiales de programadores y expertos informáticos encargados de hacer estrategias y contraofensivas en caso de que las redes informáticas principales de Estados Unidos se vieran afectadas.
El mes pasado se vinculó a China con ataques cibernéticos a compañías y otras instituciones estadounidenses, el cual fue referido por la Casa Blanca como un desafío para la seguridad y economía nacional. China negó estar detrás de los ataques y ofreció abrir un diálogo.