La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) se posicionó en contra de las órdenes ejecutivas firmadas por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en materia de migración el pasado 25 de enero. El organismo internacional cuestionó la orden para iniciar la construcción del muro fronterizo entre México y Estados Unidos, la cancelación de fondos a las ciudades santuario, además de reforzar la seguridad en el territorio compartido entre ambas naciones con 5 mil nuevos agentes fronterizos. La CIDH consideró, el pasado 1 de febrero, que las órdenes firmadas por Trump eran discriminatorias y que agravaban la “grave crisis humanitaria” que ya sufren migrantes, refugiados y quienes solicitan asilo.
Ayer, martes 21 de marzo, los representantes de la administración de Trump no asistieron a la audiencia programada con la CIDH, una decisión que fue considerada como “sin precedentes” y que “refleja las prácticas de regímenes autoritarios”. El periódico español El País indica que la audiencia estaba planeada desde hace varias semanas y que la decisión de no asistir a la reunión, la primera vez en más de diez años que Estados Unidos falta a una comparecencia con la CIDH, se comunicó al organismo apenas unas horas antes del encuentro. El argumento del Departamento de Estado para ausentarse de la cita fue que enfrentaban “motivos legales internos”.
De acuerdo con Jimmy Dacquoire, director del programa de Derechos Humanos de la Universidad de Saint Louis, la inasistencia de colaboradores del magnate es un intento por sabotear los organismos internacionales que se encargan de pedir cuentas a los distintos gobiernos en materia de derechos humanos. Por su parte, Paulo Vannuchi, comisionado de la CIDH, lamentó que los representantes del gobierno estadounidense no hubieran asistido al encuentro y que su falta “impide el ejercicio democrático de la comisión para conocer posiciones distintas”.
¿Quiénes más han dejado plantada a la CIDH?
El secretario ejecutivo de la comisión, Paulo Abrão, había indicado, algunos días antes de la reunión, que confiaba en que los representantes del equipo de Trump asistirían al encuentro: “Vendrán, siempre estuvieron y contamos con que estarán”. A pesar de lo escandaloso que pudiera resultar la inasistencia de Estados Unidos a la comparecencia con la CIDH, esta no es la primera ocasión en que un Estado deja plantado al organismo. De acuerdo con el periódico La Jornada, países como Cuba, Nicaragua, Venezuela y Ecuador han hecho lo mismo en el pasado cuando se les cuestionó sobre temas críticos.