Recientemente, un grupo de científicos creó un nombre para el comportamiento de los animales durante esta época de COVID-19, en la que también las actividades humanas han sufrido una larga pausa: la “antropausia”.
Sí, de acuerdo a la revista Nature Ecology & Evolution, los científicos notaron que las personas comenzaron a referirse a este periodo de la pandemia como la “Gran Pausa”.
Sin embargo, ellos sienten que un término correcto para este fenómeno es la “antropausia”, para referirse a la desaceleración global de las actividades humanas modernas y al efecto que esto ha provocado en el comportamiento de los animales.
Así lo declaran en su estudio: “Proponemos ‘antropausia’ para referirse específicamente a una considerable desaceleración global de las actividades humanas modernas, en particular los viajes”.
¿Qué opinan los científicos sobre este fenómeno llamado “antropausia”?
Christian Rutz, uno de los principales científicos que realizó esta investigación, declaró que para ellos este momento resulta una oportunidad única para estudiar globalmente el comportamiento humano y el de los animales.
Así lo señaló a la revista Wired: “Es una oportunidad para encontrar más información sobre cómo los humanos y la vida silvestre interactúan en este planeta”.
¿Por qué estudiar el comportamiento de los animales?
Además de nombrar a este periodo como la “antropausia”, los científicos identificaron que se deben hacer una serie de investigaciones a escala mundial sobre la actividad de los animales durante este periodo de tiempo.
Por ejemplo, los investigadores citan la recientemente creada “Iniciativa de Bio-Logging COVID-19”, un proyecto mundial para rastrear los movimientos, el comportamiento y los niveles de estrés de los animales con pequeños rastreadores electrónicos llamados “bio-loggers”.
También los especialistas citan evidencia anecdótica de que algunas especies ha comenzado a disfrutar del espacio que los humanos han dejado al estar encerrados en sus casas. No obstante, igualmente indican que la pandemia está teniendo efectos adversos en otros animales, en especial en aquellos que dependen de nuestra protección.
Uno de los tantos ejemplos es la cacería furtiva y la suspensión de proyectos para proteger a diferentes especies en peligro de extinción. Aunque también advierten que existen señalamientos erróneos de comportamiento animal como los videos de supuestos delfines nadando en canales de Venecia, señala Natasha Daly para National Geographic.
Es importante distinguir estos relatos de comportamientos animales
Los autores de este estudio comentan que es importante distinguir este tipo de relatos anecdóticos sobre el comportamiento animal durante este periodo en que transcurre la pandemia de COVID-19.
Ellos indican: “En la actualidad, es imposible decir qué observaciones han sido promocionadas por las redes sociales y qué predicciones de expertos sobre respuestas globales de los animales son válidas”.
Finalmente agregan: “Pero lo que está claro es que los humanos y la vida silvestre se han vuelto más interdependientes que nunca, y ese es el momento de estudiar esta compleja relación. Se necesita urgentemente una investigación científica cuantitativa”.
*Con información de Smithsonian Magazine