… Y pese a cumplir jornadas de más de 10 horas que comenzaban desde las cinco de la mañana, tener sólo dos raciones mínimas de comida al día, dormir en establos y no recibir regularmente la paga por el empaque diario de aproximadamente 3 mil piezas de legumbres, una de las niñas liberadas dijo: “Queremos quedarnos aquí. Allá [en nuestro pueblo] no tenemos para comer”.
Decenas de niños que rondan los ocho y 17 años fueron liberados de un rancho en Ramos Arizpe, Coahuila, donde cumplían con trabajos de campo en condiciones de esclavitud. Junto con los menores, las autoridades también rescataron a varios adultos (El País menciona que fueron 28, La Jornada eleva la cifra a 229) quienes consentían los tratos que se les otorgaban, principalmente por la falta de oportunidades en sus estados de origen (Hidalgo, Veracruz, San Luis Potosí).
“Nosotros aceptamos porque allá no hay trabajo, y acá sí nos iban a pagar. Pero nos dijeron que nos iban a dar carne y no fue cierto, nos dieron pura lenteja”, comentó uno de los menores liberado.
Durante la redada realizada la Secretaría de Trabajo y de la Comisión Estatal de Seguridad en campos agrícolas de la región se consiguió la aprehensión de siete personas (ingenieros, capataces), una de ellas encargada de “enganchar” trabajadores en los mencionados estados. Además, se detuvo a Oscar Lozano Chávez, propietario de la empacadora de carne ProKarne y de los campos donde eran explotados los niños. Se estima que además de los 61 niños rescatados que menciona El País (La Jornada indica que fueron 78) otros 200 podrían haber escapado y se realizan labores para su localización.
Ya son aproximadamente 83 los niños que han sido detectados trabajando en campos agrícolas de Coahuila, esto gracias a operativos realizados entre los pasados miércoles y jueves por las autoridades para “erradicar el trabajo infantil y la explotación laboral”. Según Norma González Córdova, titular de la Secretaría del Trabajo en Coahuila, los menores liberados de los campos de Ramos Arizpe “trabajaban jornadas de 12 a 15 horas, no recibían el pago de 120 pesos, comían pan, café y sopa de pasta y dormían en galeras insalubres”, a diferencia de niños encontrados laborando en otros lugares, en los que vivían “en condiciones adecuadas y ganaban 110 pesos diarios”.
Mientras tanto Oscar Lozano -dueño de ProKarne-, se encuentra en prisión preventiva, ya que el delito por el que es acusado (trata de personas en la modalidad de explotación laboral), es considerado grave; sin embargo, ya solicitó un amparo, que de concederse haría que él, y otros seis detenidos, enfrenten el proceso en libertad.
Por otra parte, la Secretaría del Trabajo obligó a Prokarne a indemnizar a sus trabajadores con pagos de entre 11 y 18 mil pesos (dependiendo la antigüedad en el trabajo), antes de que estos fueran enviados a sus lugares de origen.