Una de las pesadillas más frecuentes de los usuarios de Smartphones, es imaginar a su amado gadget rodeado de agua. Lo peor es que este mal sueño muchas veces se hace realidad. ¿Qué hacer en estos casos?
Por accidente tu celular va a parar al fondo de una alberca, a un plato de comida, o al interior del escusado pipiseado… seguramente te ha pasado a ti o a uno de tus conocidos.
Si bien un Smartphone que se sumerge en el agua puede tener daños serios, el aparato puede tener más oportunidades de seguir funcionando si se siguen algunos sencillos pasos.
Una infografía de Nokia nos explica cómo quitarle la humedad a un celular:
Paso 1
Obvio pero efectivo. Quítale toda el agua a tu teléfono. Hacerlo inmediatamente después de que se haya mojado minimizará el daño.
Paso 2
Ya que escurriste el Smartphone, retira su tarjeta SIM y otros componentes móviles como la batería y tarjetas de memoria. Con esto evitarás cortos circuitos en el teléfono.
Paso 3
Con una toalla o un trapo, seca cada una de las partes de tu celular. De preferencia no uses toallas de papel, ya que pueden romperse e interferir con el funcionamiento del dispositivo. Tampoco es aconsejable que uses secadoras pues pueden empujar el agua hacia el interior del aparato.
Paso 4
Deja tu celular toda la noche en un lugar tibio y seco. Un buen tip es meterlo en una bolsa con arroz (obviamente sin cocer, no queremos que salga lleno de chicharos) o envolverlo en una toalla para que se absorba el exceso de humedad.
Paso 5
Después de los pasos anteriores, cuando tu dispositivo ya esté seco, coloca nuevamente las piezas e intenta prenderlo. Si enciende es una buena noticia y quizá te salves de comprar otro teléfono.
Obviamente, siempre es recomendable ir generando respaldos de nuestra información.