Nueva York no sería lo mismo sin el Empire State. Aquí una noche, el rey de la jungla, King Kong trepó por los muros, secuestró a una bella rubia y murió rafagueado por los aviones del ejercito norteamericano. Aquí también se capturó aquella mítica fotografía con los obreros tomando el lunch columpiados sobre el aire en plena recesión económica de los 30’s.
La familia Malkin es dueña de este y otros 23 edificios en Nueva York. El rumor de que lo harían cotizar en el mercado bursatil ha estado circulando por los pasillos de Wall Street, a unos metros del edificio, desde mediados del año pasado.
Finalmente, ayer, la sociedad que gestiona el Empire ha confirmado que busca reunir más de 1000 millones de dólares con su aparición en el New York Stock Exchange, en espera, aún, de que se confirme el tamaño de la operación y el precio de cada una de las acciones.
El Empire State es la joya de la corona inmobiliaria mundial. Con 382 metros y 102 plantas, el edificio volvió a convertirse en el edificio más alto de la Gran Manzana luego de los atentados del 9/11. 20 dólares cobran por subir hasta la cima y admirar el paisaje.