Seguramente el ruso Dmitry Rybolovlev realmente ya no aguantaba a su esposa, porque así como así, decidió desprenderse de la mitad de su fortuna, para dar por terminado el matrimonio que sostenía con su ex esposa, Elena Rybolovlev. Nada más 4 mil 500 millones de dólares, suma que le vale el título del “divorcio más caro de la historia”.
Aunque si lo vemos por el otro lado de la moneda, la cantidad de 4500 millones de dólares bien puede ser el pago justo a doña Elena por haber aguantado al magnate ruso por 23 años… como sea, para el abogado de la ex mujer de Dmitry. Marc Bonnant, la orden ofrecida por el tribunal de Ginebra no tiene precedente y es “una victoria total”… cómo no, imagínense la mochadota que le toca al especialista en leyes.
Desde hace seis años Elena Rybolovlev presentó la demanda de divorcio, con la que inició la disputa por los cerca de 8 mil 800 millones de dólares en que está valuada la fortuna de Dmitry Rybolovlev, esto según Forbes.
Gran parte de la riqueza amasada por Dmitry se debe a la venta que hizo de su parte de la principal empresa de fertilizantes de potasio en Rusia, negocio que le representó 6 mil 500 millones de dólares. De ahí, diversificó sus intereses e incluso se metió en asuntos futboleros al adquirir al Club Mónaco, equipo de la liga francesa.
Aunque llenos de dinero, la probable causa del divorcio es la más común que puede haber: las infidelidades de don Rybolovlev, quien bien podría ser el protagonista de un filme, debido a lo agitada que ha sido su vida: inició sus andanzas en la lejana región industrial de Siberia, donde estudió medicina y conoció a Elena. Algunos años después ingresó al negocio de las minas de potasio de las que se retiró con “malos recuerdos”, ya que debido a ser acusado del asesinato del dueño de la empresa rival, pasó una temporada en la cárcel.
Ya con fama y fortuna –y libre- se instaló en Ginebra, donde se ha dedicado a hacerse más rico y a cubrir de lujos a Ekaterina, su hija mayor, quien puede presumir ser dueña de antigua isla propiedad de Aristóteles Onassis o tener el ático más caro de Nueva York.
En fin, con la millonada de la que tendrá que desprenderse, Dmitry Rybolovlev quizá ya no pueda ocupar el puesto 147 que tiene en Forbes…pero aún tiene la opción de apelar la decisión del juez, acción que se espera ocurra en los próximos 30 días, debido a que la decisión no fue definitiva.