La congresista de Estados Unidos, Katie Hill, renunció a su importante puesto en Washington después de todo un escándalo que se destapó en estas recientes semanas. Los medios gringos filtraron sus fotografías íntimas y se llevaron una sorpresota: la demócrata trae un tatuaje con simbología nazi en la cadera. También aparece fumando de un bong y agarrándose a besos con sus asistentes.
Ya se imaginarán cómo se pusieron los políticos gabachos más persignados… así que la congresista tuvo que presentar su renuncia.
It is with a broken heart that today I announce my resignation from Congress. This is the hardest thing I have ever had to do, but I believe it is the best thing for my constituents, my community, and our country.
See my official statement below. pic.twitter.com/nG97RQIwvO
— Rep. Katie Hill (@RepKatieHill) October 27, 2019
“Con el corazón roto hoy anuncio mi renuncia al Congreso”, señaló Hill en su cuenta de Twitter. “Esto es lo más difícil que he tenido que hacer, pero creo que es lo mejor para mis electores, mi comunidad y nuestro país”.
Mucho más que un ‘balconazo’
La verdad es que esta nota es mucho —pero muuucho— más complicada que una regañada pública a la congresista demócrata por su comportamiento sexual. Es todo un dilema ético que las autoridades ya están investigando. Así que si queremos enterarnos de todo mejor vámonos por partes.
Primero, los besos con sus asistentes.
En las fotografías se puede apreciar que la congresista tenía una relación sentimental con una de sus colaboradoras en el legislativo gabacho. Las reglas del Congreso prohiben —textualmente—las relaciones sexuales con el staff así que ahí ya valió… pero la cosa se complica cuando te enteras que le dio bonos superiores a los 5 mil dólares.
Luego está la fotografía que se ha considerado como “escandalosa”.
En esa imagen aparece Hill sosteniendo un bong completamente desnuda y en la cadera se puede ver un sorpresivo tatuaje: tiene una pequeña Cruz de Hierro, una condecoración militar bastante relacionada con la época Nazi. De acuerdo con el medio que filtró las fotografías, todo se complica pues sucedió en un 11 de septiembre, una fecha casi sagrada para los estadounidenses por ser la conmemoración del ataque en las Torres Gemelas.
También está el hecho de que la congresista es aparentemente swinger, lo que le ha sacado corajes a las áreas más conservadoras del Partido Republicano… pero eso nada tiene que ver con el escándalo en cuestión.
¿Y si es una víctima?
Todo es risas y diversión en el escándalo moralino de la congresista hasta que te enteras que está siendo víctima de pornovenganza.
“There will always be adversity, but your voice matters to people you couldn’t even be aware of”
Co-Chair @RepKatieHill reminds us why representation matters and to be proud of who you are! #NationalComingOutDay pic.twitter.com/VWNlnh9Rzt
— LGBT Equality Caucus (@LGBTEqCaucus) October 11, 2019
Las fotografías íntimas que se han filtrado en los últimos días y los detalles específicos de su vida sexual salieron del archivo personal de su exesposo. Así es, la congresista Katie Hill está en medio de un violento y explosivo divorcio. De hecho, en su renuncia, la congresista señala directamente a su “esposo abusivo y la brutalidad de los operativos políticos que le otorgan plataformas a un monstruo que está haciendo una campaña sucia basada en la cybe explotación”.
¿Entonces? Sí, se comprobó que le repartía bonos a sus asistentes consentidos… pero igual están sacando toda su vida privada a la luz.