El recientemente aprehendido líder del cártel de los Beltrán Leyva, Héctor Beltrán Leyva, insípidamente sólo conocido como “El H” recibió ayer en el Estado de México su respectivo auto de formal prisión por parte del Juzgado Tercero de Distrito de Procesos Penales, el cual lo encontró culpable sólo del delito de portación ilegal de arma de fuego, cargo que no es considerado grave y por lo tanto alcanza fianza…
Sin embargo, lo anterior no significa que “El H” salga libre, ya que aún le falta encarar otras tres órdenes de aprehensión que tiene vigentes… estas sí por crímenes de más peso: delincuencia organizada y delitos contra la salud, cargos que sí son graves y no le permiten salir ni aflojando todo el billete (en teoría).
Como seguramente recordarán, el jefe de los Beltrán Leyva fue capturado el miércoles de la semana pasada mientras se echaba un afrodisiaco “vuelve a la vida” en un restaurante de mariscos ubicado en San Miguel de Allende, Guanajuato, esto en compañía de su operador financiero y respetado empresario local, “conocido por todo mundo” –según un diputado panista– Germán Goyeneche Ortega.
Mientras que a “El H” sólo los elementos que realizaron la detención sólo le encontraron una pistola calibre .380 pulgadas, de fabricación italiana marca Browning, modelo BDA-380 425 PM, matrícula 06341, a Goyeneche le fue decomisada una arma y cartuchos de uso exclusivo de las Fuerzas Armadas… por lo que no corrió la misma suerte que su asesorado financiero y al ser considerado como grave su delito, no alcanzó libertad bajo caución. Pero bueno, todavía le falta rendir su declaración, después de que lo haga será cuando se determine si al también amante de la fiesta brava se le inicia -o no- su respectivo juicio.
Pero regresando con “El H”, en su caso no le fue necesario rendir declaración: el fin de semana sólo se presentó en la rejilla de prácticas del juzgado, pero se reservó su derecho a declarar. Desde el viernes pasado, la Procuraduría General de la República tiene a Héctor Beltrán en el Penal Federal del Altiplano, mientras que a su operador financiero lo mandó a Jalisco, donde se encuentra encerrado en un centro, también de alta seguridad.