En México y en casi todos los países de Latinoamérica no hay autoridad que no hable del triunfo de la democracia: la voz del pueblo, dicen unos. Pero contrario a lo que digan presidentes y políticos, el votante cada vez está más decepcionado de los resultados que ofrecen los representantes que “libremente” son elegidos. ¿No lo creen?
Pues la corporación chilena Latinobarómetro realizó 20 mil 250 entrevistas en 18 países, con muestras representativas del 100%, de la población nacional de cada país, para conocer –entre muchas otras cuestiones- qué tan representada se siente la población por sus respectivos presidentes y por los miembros del poder legislativo.
“En 2015 hay ocho presidentes con menos del 40% de aprobación, mientras en 2009 había sólo tres: Argentina, Nicaragua y Perú. Una mirada a la aprobación presidencial entre 2002 y 2015 es muy ilustrativa”.
Según Latinobarómetro, la aceptación de un gobierno va de la mano con el desarrollo económico. En el caso de Latinoamérica, en el inicio del milenio, la región conoció lo que era el crecimiento económico sostenido: “La región había hecho su trabajo: aumento la cobertura de la educación, se avanzó en el acceso masivo de la población a la salud, la vivienda y la protección social”. Sin embargo, a partir de 2011 (con la desaceleración de China y la crisis europea) se dio el fin del llamado “Súper Ciclo” y con ello, el descontento social.
“En otras palabras se había empoderado a la población, transformando a muchos súbditos sumisos en ciudadanos críticos. (…) Estos ciudadanos críticos participaban crecientemente en elecciones produciendo alternancias, no estaban dispuestos a perder lo avanzado en los años de bonanza económica y al enfrentar el ciclo de desaceleración de las economías al inicio de la década del 2010, comenzaron a salir a la calle a manifestar su descontento”.
Efectivamente, parece que la única forma en que la población puede dar a conocer su sentir respecto a la situación económica-social de su país es saliendo a las calles… ya que en el Congreso, donde supuestamente están los representantes del pueblo, no sienten que su voz sea escuchada.
Por lo anterior, no resulta extraño el incremento en la participación de la población en manifestaciones, sobre todo saliendo a las calles y firmando de peticiones dirigidas a las autoridades, muchas de ellas a través de las redes sociales….
Y hablando de las redes sociales, también se les preguntó a los encuestados cuál era su opinión respecto al papel de éstas en la participación política. Como puede verse, México se encuentra en una posición intermedia: por un lado el 27% cree que sí permiten participar en la política, mientras que un 28% piensa que sólo crean la ilusión de participar…. Sólo 12% cree que no sirven para este fin.
La confianza en la democracia y en que el cambio llegará por las formas institucionales continúa:
Aunque las resultados con ella no cubren las expectativas.
Para conocer por completo este interesante informe, da click aquí.