Luego de que el domingo pasado 39 personas fueron encontradas dentro de la caja un tráiler, en San Antonio, Texas, la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) emitió un comunicado para detallar cifras e informar las acciones emprendidas para auxiliar a los connacionales que se vieron involucrados en tan lamentable hecho.

Según la dependencia de gobierno, 25 de las personas encontradas en el vehículo de carga eran de nacionalidad mexicana. Hasta el momento –según datos oficiales– se tiene registro de la muerte de 10 de las víctimas, de ellas, cuatro son originarias de México. Este dato pudo ser corroborado por medio de entrevistas realizadas a personal del Consulado General de México en San Antonio, además de la consulta de base de datos.

Por otra parte, de las 29 personas que sobrevivieron y fueron hospitalizadas, 21 son mexicanas, mientras que dos de ellas son de “terceros países” y de seis aún no se tiene confirmado su lugar de origen. Sin embargo, la SRE advierte que esta información es preliminar, por lo que se continuará actualizando, dependiendo del curso de los hechos, ya que la cifra de víctimas mortales podría aumentar debido a la gravedad de 20 de los rescatados.

De acuerdo con el testimonio de algunos de los sobrevivientes, la muerte de las personas se debió a la falta de oxígeno. De hecho, según relatan, mientras eras transportados se iban turnando para poder respirar por un hoyo que ubicaron en una de las paredes de la caja del tráiler. Mientras que de esa manera intentaban llevar algo de aire a sus pulmones, golpeaban la estructura para tratar de llamar la atención del conductor del vehículo, sin embargo, éste no les hizo caso. Al ser trasladadas al hospital, las personas sobrevivientes presentaban deshidratación extrema y síntomas de insolación.

Luego de cruzar la frontera México-Estados Unidos, los inmigrantes fueron llevados al tráiler, el cual los habría de llevar hasta San Antonio. En la caja del vehículo habrían sido transportadas cerca de 100 personas. Apenas llevaban una hora del recorrido cuando comenzaron a sentir la falta de aire. Fue la mañana del domingo que las autoridades estadounidenses recibieron el llamado para acudir al estacionamiento de un Walmart, ubicado en la ciudad texana. En el lugar hallaron el tráiler, el cual estaba estacionado a pleno sol (el sábado se registraron temperaturas de hasta 38 grados, sólo disminuyendo hasta después de las 10 de la noche). Al interior de la caja del vehículo encontraron el cadáver de ocho personas. Desgraciadamente dos personas fallecieron en el hospital. Se cree que el resto del grupo logró llegar a su destino, ya que al revisar las imágenes de vigilancia de la tienda se puede ver la llegada de autos que arribaban al lugar para recoger a personas del tráiler. Otros más huyeron cuando James Matthew Bradley, chófer del tráiler, abrió la caja al escuchar golpes y gritos.

“Estamos frente a un delito de tráfico de personas”, señaló William McManus, jefe de policía de San Antonio. Y no sólo eso: es la tragedia relacionada con contrabando de inmigrantes más grande desde 2003, cuando en Victoria, Texas, fueron hallados 19 inmigrantes sin vida.

Aunque el chófer del tráiler se encuentra ya detenido y a la espera de que se le indique el delito por el cual será procesado, el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos no se chupa el dedo y advirtió que investigará para dar con más involucrados en este caso, que ha sido señalado como un ejemplo de la brutalidad con la que se conducen las organizaciones de traficantes de personas. “No tienen ningún respeto por la vida humana y a las que solo les interesan sus ganancias”, lamentó John Kelly, titular del Departamento. Claro… este asunto también tendría que ser investigado del lado mexicano.

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