Sin estar en la misma sintonía buena onda de la república amorosa-austera de AMLO, el gobernador electo de Morelos, Cuauhtémoc Blanco, le puso un ultimátum a Graco Ramírez: o me entregas toda la información sobre la situación del gobierno o te hago lo que a Faitelson. Bueno, no tanto así, pero lo que hará será ya no entrarle a las reuniones del proceso de transición.
“Uhhhh… ¡qué malo!…”, dirán muchos. Pero lo que es cierto es que cada vez se pone más difícil que el cambio de gobierno en Morelos se lleva a cabo con tranquilidad.
De acuerdo con Proceso, Cuauhtémoc Blanco no volverá a sentarse a la mesa para negociar la transición de la administración morelense, lo cual debería estarse haciendo en friega, puesto que el examericanista deberá tomar posesión de su cargo el próximo 1 de octubre. “Les dejamos en claro que es la última vez que acudimos y que la siguiente tendría que ser si se daban las condiciones y que nos diesen la realidad de cómo se encuentra el estado, tanto administrativa como financiera, política y socialmente”, señaló el coordinador del equipo de transición de El Cuau, José Manuel Sanz.
De acuerdo con Sanz, el plazo que puso el gober electo fue de 48 horas, es decir, lo que queda de hoy y mañana, al término del horario laboral. Lo que solicita Blanco es que Graco le saque toda la documentación relacionada con contratos, situación financiera del Estado y nóminas. “Y eso nos va a dar una realidad de qué es lo que nos vamos a encontrar: ¿se van a poder pagar aguinaldos en diciembre? ¿No se van a poder pagar aguinaldos en diciembre? ¿Cómo está la cuestión del transporte? ¿Cómo está la cuestión del magisterio? Toda esta serie de situaciones que son muy importantes”.
Según reportan medios locales, el gobierno de Graco se ha entretenido más en hacer pasar iniciativas y hacer nombramientos de último minuto, que en transparentar la transición de gobiernos. Por ejemplo, se vislumbra la liberación de 17 mil concesiones en el transporte público. “Es pública la serie de iniciativas enviadas por el actual gobernador Graco Ramírez al Congreso del Estado y las que el propio Poder Legislativo ha impulsado en sentido contrario a una transición respetuosa y ordenada”, señala un comunicado emitido por el futuro ejecutivo estatal.
Como probadita de lo anterior está la aprobación de las jubilaciones a funcionarios públicos, el nombramiento del fiscal anticorrupción, la inconsistencia en la información de la deuda de la entidad, así como la forma en la que opera la policía. Y, lo más evidente, la reforma que el gobierno saliente hizo a los protocolos de entrega-recepción de gobierno, con la cual la actual administración no está obligada a entregar información para checar en qué condiciones deja Graco el changarro. Y pues, así nomás no se puede…