Antes de comenzar esta nota hay que explicar algo: a nivel nacional, en México, usar cubrebocas nunca fue obligatorio. En algunos estados sí lo fue: a quien no lo usara lo podían multar o detener si es que no hacía caso varias veces.
Y recientemente la Secretaría de Salud cambió los lineamientos ante la baja de casos de COVID-19: se acabaron los cubrebocas en espacios cerrados, las pruebas de laboratorio y las vacunas obligatorias en la chamba.
Adiós al cubrebocas
Primero vamos con las pruebas de COVID-19.
El lineamiento actualizado a octubre de 2022 afirma que en los centros de trabajo se pueden hacer pruebas de antígeno o PCR pero tiene que haber consentimiento de las personas trabajadoras.
En ningún caso las pruebas pueden ser obligatorias para regresar al trabajo.
Luego está el asunto de la vacunación. De igual forma, el lineamiento establece que no debe ser un factor condicionante para impedir que las personas realicen sus actividades laborales.
¿En español? En tu trabajo no te pueden pedir hacerte una prueba COVID ni vacunarte para regresar a trabajar de manera presencial. Todo debe ser voluntario.
Y ahora sí, el cubrebocas. A partir de ahora se recomienda el uso de cubrebocas de la siguiente manera en todo México:
Como podemos ver, el cubrebocas no es obligatorio ni en espacios abiertos ni en espacios cerrados. Solo se recomienda en espacios abiertos y cerrados donde no haya sana distancia.
Pero va de nuevo: a nivel nacional nunca fue obligatorio.
La sugerencia es conservar el uso de cubrebocas en espacios cerrados que no estén ventilados o cuenten con poca ventilación.
Se puede omitir a tomar bebidas o consumir alimentos, en trabajo físico intenso. En el caso de personas trabajadoras de la salud, se recomienda usar cubrebocas n95 o su equivalente.
