Aunque diferentes partes del país están siendo azotados por las inclemencias del clima y los servicios meteorológicos advierten que la situación perdurará por más días, en algunos puntos los fenómenos que se presentan son tomados como presagios de peores males por venir. Es lo que ocurre en Chiapas, donde el pasó de “culebras” de agua y viento además de soltar un saldo de mil 131 viviendas dañadas, tiene a algunos miembros de la población en zozobra.
Según creencias populares, una “culebra” de agua y viento es una advertencia ambiental y -como su nombre lo indica- es un fenómeno en el que se puede observar una violenta formación que “juega” en el cielo, “se asoma y chicotea con su cola de agua y viento cuando la gente invade o destruye los bosques y las selvas”, comenta Pedro Santiz, indígena tzeltzal y residente de Tuxtla Gutiérrez.
Hasta el momento son dos fenómenos de este tipo los que han afectado a los pobladores de 16 colonias ubicadas en San Cristóbal de las Casas. El director general de Protección Civil, Luis García Moreno, señaló que el pasado 6 de agosto pasó la primera “culebra” y sólo dos días después ocurrió un fenómeno similar. Ambos meteoros fueron clasificados como tornados nivel cero, con vientos de 70 a 100 kilómetros por hora.
Aunque por suerte no se reportan pérdidas humanas–salvo algunas personas que sufrieron algunos golpes-, las “culebras” se prestan para el presagio de fenómenos ambientales de mayor potencia y daño, esto según los relatos y las consejas populares. “La culebra sale de cuevas y lagunas para reclamar los daños causados al medio ambiente”.
Aunque en los últimos días no se ha presentado un meteoro similar, continúan los trabajos para cuantificar los daños y así ofrecer apoyo a las familias afectadas. García Moreno anunció que en próximos días brigadas ayudarán a labores de reforzamiento en los techos de casas que sufrieron fisuras por el golpe de las “culebras”.