“Pues los niños nos provocan: nos abrazan, besan… y pues uno no es de palo”, podrían haber sido las palabras del clérigo italiano Gino Flaim y habrían tenido el mismo impacto negativo en la, ya de por sí, criticada iglesia católica.
En entrevista televisiva, el mentado padrecito de 75 años justificó los actos de abuso sexual contra menores que cometen algunos sacerdotes. Según Flaim, en varios casos son los propios niños quienes provocan la situación.
“Hay niños que buscan afecto debido a que no lo tienen en casa. Y entonces, si encuentran a un sacerdote, éste podría incluso caer en la tentación. Lo entiendo (…) es un pecado y como pecado debe ser aceptado”.
El entrevistador todavía le dio chance al clérigo para corregir lo que se había entendido… o bien, para terminar de regarla. Al preguntarle si entonces consideraba que los responsables de ser abusados sexualmente son los propios niños, Flaim respondió: “En muchos casos, sí”.
Si bien Flaim después de razonar podía comprender por qué varios de sus colegas han caído en la tentación de esos estúpidos y sensuales niños… lo que no tenía explicación en su cabecita es la “enfermedad” de la homosexualidad.
Como era de esperarse, la diócesis de Trento (a la que pertenecía tan singular ejemplar) se distanció de los comentarios del sacerdote, afirmando que éstos son contrarios “a los sentimientos de toda la comunidad de la iglesia”. Además, el padre Gino fue destituido y se dio a conocer que a partir de ahora ya no tendrá derecho a ejercer el ministerio sacerdotal. No se informó si se le investigará para ver si cayó en la tentación…
Las declaraciones de Gino caen justo cuando el Papa Francisco había ganado puntos para la iglesia al reunirse con víctimas de abusos sexuales por parte del clero, esto el mes pasado.