Esto porque no creen que el gobierno esté protegiendo suficientemente bien los bosques de la región. Es por eso que comuneros de Milpa Alta han advertido que crearán dichos grupos (similares a los de Guerrero) para proteger el bosque de la comunidad ante la amenaza de los talamontes clandestinos.
Ante esto, Miguel Estrada Caravilla, director Jurídico y Gobierno de la delegación expresó:
«Tenemos un problema de tala clandestina y existe la posibilidad de que los comuneros se organicen como grupos de autodefensa, honestamente nadie lo quiere»
Caravilla dijo que ahora existen brigadas de vigilancia de los bosques, lo cual está previsto en las normas vigentes:
«Son brigadas de vigilancia del suelo de conservación, es lo que la ley contempla, no son grupos armados. Todavía no se han conformado grupos de autodefensa, pero tenemos un conflicto, tenemos un problema y estamos trabajando con el Gobierno del DF para resolverlo»
En febrero del 2012 se aplicó un programa llamado «Programa Comunitario de Aprovechamiento para Uso Doméstico del Arbolado Derribado», el cual se aplicó por motivo de un ventarrón que derribó alrededor de 30 mil árboles. Así, se le permitió a la población aprovechar la madera, pero este programa ya terminó:
«Al parecer la extracción [de árboles] no fue tan controlada y ahora, años después, tenemos un exceso de tala clandestina, al margen de la norma y al margen de la representación comunal»
Son 15 mil hectáreas las que integran el bosque de la delegación Milpa Alta y que están bajo el control de los talamontes, los cuales tienen bloqueados los accesos principales y tienen tomadas las casetas de vigilancia. Además utilizan armas de fuego y machetes para mantener a raya a cualquier persona. Así lo han denunciado los comuneros de Villa Milpa Alta y los nueve pueblos anexos.
La semana pasada se registraron dos enfrentamientos, uno de ellos en hace una semana en la caseta del Capulín, en el kilómetro 28 de la carretera Xochimilco-Oaxtepec; otro más de los enfrentamientos fue hace unos días, éste con gente de Morelos, donde un supuesto talamontes murió a tiros.
Julián Flores Aguilar, representante general de los bienes comunales de Milpa Alta, y los auxiliares de los nueve pueblos anexos, se han reunido hace un par de días con el jefe delegacional Victor Hugo Monterola Ríos, para exigirle que clausure los más de 50 aserraderos clandestinos que se tienen identificados, se liberen los accesos y se resguarde el bosque con policías de la Secretaría de Seguridad Pública.
En este encuentro los representantes de San Pablo Oztotepec advirtieron que si las autoridades no actúan con prontitud, los propios comuneros integrarán brigadas de autodefensa, similares a las del estado de Guerrero, para proteger su patrimonio.
Flores aseguró que la problemática se concentra principalmente en tres poblados: San Salvador Cuauhtenco, Santa Ana Tlacotenco y San Pablo Oztotepec.
Un miembro del Movimiento Comunal Milpatense, Mario Salgado, expresó que no sólo es urgente que se detenga la tala ilegal, sino que también debe hacerse una evaluación del impacto ambiental que han provocado los taladores e iniciar una reforestación del bosque.
