DANIEL JOHNSTON

Sábado, 17 de mayo
Festival Marvin
México, DF

Daniel Johnston se presentó por primera vez en México para encabezar la alineación del Festival Marvin. Con dos carpetas bajo el brazo, el artista de 53 años tomó el escenario acompañado por una banda integrada por talento nacional. Esas carpetas contenían las letras de aquellas canciones que lo han convertido en una figura de culto internacional. Anoche tuvimos suerte de presenciar algo realmente único.

El valor de un concierto suele ser medido más por el tiempo de duración que por cualquier otro detalle. Si el concierto dura cuatro horas, sentimos que le sacamos el mayor provecho al costo del boleto, pero si dura apenas una hora, salimos con la sensación de que nos dieron el cambio incompleto. Sin embargo, existen raras ocasiones en los que la duración de un concierto no cobra relevancia alguna (de hecho, ni debería importar tanto en el evento que sea) sino podemos aceptar que es el momento mismo el que cuenta. Ese momento cuando te sientes afortunado de atestiguar una entrega sincera de emociones, y los escalofríos que recorren tu cuerpo son evidencia de ello. Quizás muchos de los asistentes fueron motivados más por la curiosidad que por alguna devoción hacia el cantautor, pero ahí tienes a un tipo que a pesar de sus problemas mentales, quiere expresarse delante del público y le da gusto que su obra sea escuchada y apreciada, no porque sea el trabajo de una persona incapacitada sino porque las canciones realmente son geniales.

Comentario aparte merece la banda que por una hora supo armar el rompecabezas. Juzgando por las sonrisas de incredulidad en sus rostros, era como si estuvieran conscientes que una situación como esta no se vuelve a repetir jamás. Supieron capturar la esencia de la música y eso es lo que importa. Incluso hubo un momento en el que Daniel tomó la guitarra para interpretar una canción sin apoyo de los otros músicos antes de pedir un descanso. El único momento peculiar de la noche fue cuando salió un grupo de son jarocho a la hora de tocar “Life in Vain” y Daniel no parecía estar al tanto de su presencia. Fuera de eso, fue una presentación bastante emotiva que dejó a varios con un nudo en la garganta y una basurita en el ojo.

SETLIST:

1. Mountain Top
2. Love Not Dead
3. My Life Is Starting Over Again
4. Funeral Home
5. Speeding Motorcycle
6. Space Ducks
7. Devil Town
8. True Love Will Find You in the End
9. Silly Love
10. Life in Vain
11. You’ve Got to Hide Your Love Away
12. Rock & Roll / EGA

DANNY BROWN

De un Daniel bajamos las escaleras del Salón Covadonga al primer piso para ver a otro Daniel, aunque no creo que haya sido mucha la gente que haya comprado boletos para ambas presentaciones. Realmente estamos hablando de polos opuestos, pero como espectador de alguna manera cambias tu perspectiva para dar el brinco de un cantautor de más de 50 años a un joven artista de hip-hop en cuestión de minutos.

La cantina Covadonga se transformó en un sauna por una hora aunque eso no impidió que el público se prendiera con el set de Danny Brown. Todavía existe el viejo prejuicio de que el rap en inglés no tiene audiencia en México, pero es obvio que los gustos de “la escena” se han abierto demasiado en los últimos años para abarcar el hip-hop. Además, Danny Brown es de aquellos que están parados en este lugar donde converge el indie con el rap. Su más reciente álbum, Old, combina varios elementos que se prestan más para el desmadre al estilo Odd Future (como el trap) que algo más, digamos maduro, como un set de Kanye. La mayor parte del set extrajo temas de este álbum como “Kush Koma”, “Dip”, “Smoking & Drinking” y “25 Bucks”. Incluso éste último no prescindió de los coros de Megan James, momentos que un sudoroso Danny aprovechó para chocar las palmas con los de primera fila.

Danny Brown es un rapero que está en su mejor forma y es más que capaz de lanzar sus rimas sin apoyo de una pista. Quizás en un ambiente en vivo, no mucha gente se fije en la irreverencia de sus letras, pero la entrega particular por la que se distingue, o sea, el flow, sigue siendo su máximo atractivo. A mi parecer, la calidad del audio era bastante pobre (un problema que se presentó en otros foros del festival), y bien la energía pudo estar más potente si el beat tuviera más presencia, pero de cualquier forma, el público se clavó en la presentación y el artista chimuelo parecía estar encantado por escuchar sus rimas coreadas por los fans mexicanos.

FOTOS: Óscar Villanueva @theOzcorp
RESEÑA: @ShyTurista

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Fundé Sopitas como hobby y terminó siendo el trabajo de mis sueños. Emprendedor, amante de la música, los deportes, la comida y tecnología. También comparto rolas, noticias y chisma en programas...

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