Dave Grohl se ha convertido con el paso del tiempo en el músico más prolífico y ubiquo del planeta. Hoy que llega a los 46 años apenas, uno se da cuenta de el extenso curriculum que porta y tal parece que será muy difícil de superar.
Muchos pueden tomarlo como un metiche que en todo quiere estar, “el ajonjolí de todos los moles” como se suele expresar en México. Sin embargo, es indiscutible que ha logrado consolidar estupendos proyectos a lo largo de su carrera y los que aun pudieran venir en lo que le reste de vida.
Dave Grohl comenzó a tocar desde muy joven, inmiscuido directamente en el Punk Rock luego de asistir al primer concierto de su vida: Naked Raygun en la ciudad de Chicago. A partir de ahí y también tras escuchar la canción “Frankenstein” del Edgar Winter Group supo que quería dedicarse a la música.
A los 17 años ya había tenido un par de bandas. Mission Impossible (que inicialmente se llamaban Freak Baby) y Dain Bramage. Pronto se unió a una de las grandes bandas hardcoreras de Washington, Scream, con quieres hizo extensas giras que lo sacaron de la escuela. Durante estas fechas conoció a los Melvins, de quien se volvió fan y amigo. Cuando Scream se disolvió, Dave no tenía claro qué hacer y el lider de los Melvins, Buzz Osborne, lo contactó con un par de tipos: Kirst Novoselic y Kurt Cobain (también fan acérrimo de los Melvins).
Grohl llegó justo en el momento en que Nirvana acababa de recibir el contrato de su vida con una compañía transnacional, a la par que el baterista Chad Channing había dejado la banda tras grabar su álbum debut Bleach. Desde luego la historia nos demostró que Grohl era el baterista ideal para Nirvana, su sonido se consolidó y Nevermind fue el disco que llegó a cambiar el curso de la música.
A pesar del éxito, Dave se sentía un tanto inseguro sobre su papel en la banda. Sentía que podría pasar de largo como un baterista más. Además, debido a que también sabía tocar la guitarra, componía canciones, mismas que no se atrevía a presentarle a Cobain pues las del fallecido guitarrista eran sorprendentes y tampoco quería interrumpir su proceso creativo mismo que ya había probado tener gran éxito. Inquieto el muchacho, decidió plasmar sus ansias en un cassette bajo el pseudónimo de Late! (porque pensó que sería gracioso presentarse en los shows diciendo “sorry, I’m Late”), titulado Pocketwatch contenía algunas canciones que luego fueron reutilizadas por Nirvana o incluidas en varias compilaciones y discos piratas. Cobain comenzó a mostrarse interesado en las aportaciones de Dave y poco a poco le fue soltando la rienda en Nirvana ya hacia el final de su carrera. Sin embargo el suicidio de Cobain cortó de tajo lo que pudo comenzar a ser la segunda parte de una gran historia del Rock.
Dave Grohl se vio como pollo sin cabeza, sin saber a dónde ir. Tocó brevemente con Tom Petty y los Heartbreakers quien quiso contratarlo como baterista permanente pero el bateristó se negó. También hubo acercamientos para que reemplazara al hoy menospreciado Dave Abbruzzese en Pearl Jam, pero nada de ello cuajó, Grohl ya tenía sus propios planes y no se veía como baterista de una banda, al menos en esos momentos.
Había grabado un demo de 15 canciones, (algunas de las cuales le había ayudado a completar Kirst Novoselic durante unas sesiones de grabación de Nirvana) y lo estuvo rolando entre sus conocidos, lo cual le valió que llegar a los ejecutivos de Capitol Records y lo firmaran. Aunque no lo parezca, el ego de Dave no es tan desmedido, prueba de ello es que nunca quiso utilizar su propio nombre en su proyecto como solista, así que reclutó a varios músicos y los bautizó como los Foo Fighters, quienes hoy en día son una de las bandas de Rock más exitosas de la historia.
A partir de aquí todos conocemos la vertigionosa carrera de los Foo Fighters. Pero también hemos dado cuenta que Dave Grohl se ha convertido en una figura mediática y que lo inquieto se le ha acrecentado al paso de los años. No sólo ha emprendido exitosos proyectos propios, sino que ha colaborado/palomeado prácticamente con todos los músicos del Rock que realmente importan (como recientemente lo hizo en su megafiesta de cumpleaños). Grohl nos deja boquiabiertos y quizás algún día tenga el récord del mayor número de colaboraciones del mundo. Van algunos ejemplos:
Con Buzz Osborne de los Melvins
Con Greg Dulli de Afghan Whigs, Don Fleming, Mike Mills de R.E.M y Thurston Moore de Sonic Youth covereando a los Beatles para la película Backbeat
Con Brian May (Queen) haciendo un cover de Pink Floyd para el soundtrack de Mission: Impossible 2
Con Josh Homme y Nick Oliveri ex-miembros de Kyuss en Queens of the Stone Age
Con los mejores vocalistas metaleros en el proyecto Probot como Snake (Voivod), Cronos (Venom), Max Cavalera (Sepultura/Soulfly/Cavalera Conspiracy/Killer Be Killed), King Diamond, Mike Dean (C.O.C.), Lee Dorrian (Cathedral), Eric Wagner (Trouble), Kurt Bretch (D.R.I.), Wino (The Obsessed/St. Vitus/Hidden Hand) y el propio Dios: ¡Lemmy!
Con Killing Joke
Junto a Bruce Springsteen, Elvis Costello y Steven Van Zandt homenajeando a Joe Strummer (The Clash)
Con Tony Iommi (Black Sabbath)
Con Tenacious D, además de actuar en su película como el mismísimo demonio Beelzeboss
Con The Prodigy
Con Josh Homme, Alain Johannes (Masters of Reality) y John Paul Jones (Led Zeppelin) en el supergrupo Them Crooked Vultures
Y ahí nomás con el propio Paul McCartney de los Beatles (y sus ex-compañeros de Nirvana)
Ni hablar de toda la pléyade de estrellas que reunió para su documental sobre el estudio Sound City: Trent Reznor (NIN), Josh Homme (QOTSA), Rick Nielsen (Cheap Trick), Rick Springfield, Stevie Nicks (Fleetwood Mac), Corey Taylor (Slipknot/StoneSour), Scott Reeder (Kyuss/Unida/Fireball Ministry), Butch Vig (Garbage), Lee Ving (Fear), Robert Levon Been (BRMC), Peter Hayes (BRMC), Chris Goss (Masters of Reality), Tim Commerford (RATM), Brad Wilk (RATM), ¡uff!
Esto es sólo una pequeña muestra de lo mucho que ha hecho David Eric Grohl, que si ha tenido esta experiencia apenas a los 46, esperamos que la energía le dure otros 46 más.