Todo en esta vida puede ser posible, aceptar los errores y afrontarlos es de gente grande, lo mismo hizo Maxim Molokoedov, un ruso de 24 años, que fue en su momento acusado de narcotráfico, de consumidor, pero a fin de cuentas rehabilitado por el futbol.
Maxim, después de reivindicarse, tomó las riendas del deporte y ahora juega con el equipo Santiago Morning de Chile, en la segunda división del ese país, desde la temporada 2013, en donde ya vio participación y al llegar a los entrenamientos fue ovacionado de una manera que seguramente jamás pensó.
Es complicado entender un caso de esta magnitud, pero gracias a Frank Lobos, exjugador chileno, la luz volvió a salir para el ruso, ya que como parte de un plan de rehabilitación, fue descubierto y mandado a las canchas. Ese mismo día, un representante del Ministerio de Justicia, le entregó un papelito, con el que evitaba que lo corrieran del país.
Sigo en Chile porque tengo contrato con Santiago Morning. Voy a jugar con ganas no más, ojalá el equipo pueda subir a Primera División.
El futbol me abrió las puertas. Estuve 27 meses encerrado antes de probarme en el “Chago” Morning; desde ese momento todos me empezaron a respetar.
El muchachito latoso, quien fue encontrado con seis kilos de cocaína en el 2010, en palabras de su actual entrenador, es un joven con demasiado talento, que en su debut anotó dos goles y ha tenido otras cuantas intervenciones destacadas.
¿Cómo ven?