Muchos padres de familia sueñan con que sus hijos sean los más inteligentes y atentos en clase. Sin embargo, para una mujer de Taipei, el que su hijo atendiera una clase de biología le costó el matrimonio.
Resulta que durante una clase de biología acerca de los tipos de sangre, un alumno se preguntó cómo era posible que tuviera sangre de tipo B, si sus dos padres eran tipo A. El curioso alumno comentó su duda en casa provocando las sospechas del padre.
Por medio de un examen de ADN, el padre comprobó que aquel niño en realidad no era su hijo biológico. Aunque eso sí, el juicio por el divorcio fue ganado por el esposo, pues se descubrió que la esposa había iniciado una relación extramarital a los dos años de casada, de la que nació el dedicado estudiante.
Según el diario local Lianhe Bao, el matrimonio además tuvo una hija a los dos años de casados y un hijo a los ocho, el cual nació con acondroplasia, enfermedad comúnmente llamada “enanismo”. Para cuidarlo, acompañarlo diariamente a su escuela y ayudarlo en su desarrollo, el abnegado padre dejó su trabajo.
… y mientras su esposa ‘le daba vuelo a la hilacha’.
Algo se demuestra con esta nota queridos Sopicuates, la educación es la mejor arma para protegerse de los engaños. Y ustedes ¿ya saben cuáles son los tipos sanguineos de sus papás?