Como ayer les informamos, la madrugada de este jueves un comando irrumpió en un bar de Orizaba, Veracruz, para asesinar a seis personas, entre ellos al ex corresponsal de Televisa en la entidad, Juan Heriberto Santos Cabrera, así como al líder “zeta” de la región, José Márquez Balderas, alias “El Chichi”. Aunque salir con vida de un evento así podría considerarse como un golpe de suerte, no lo fue tanto —en el lado laboral— para dos de los sujetos que se encontraban en el sitio.
Se trata de dos periodistas que trabajaban para el diario local El Buen Tono, quienes ayer mismo fueron despedidos por el dueño y presidente del medio, José Abella, debido a la forma en que se dieron los hecho ya mencionados: los ahora desempleados se estaban echando sus tragos (algo normal en el gremio periodístico) pero no sólo eso, supuestamente lo hacían en compañía de miembros de un grupo criminal. Así lo justificó en entrevista para Radio Fórmula:
“Lo que está mal es: ¿qué hacían mis reporteros tomando licor con el jefe de plaza? No creo que estuvieran ahí hablando de periodismo o de la libertad de expresión. Es mentira eso de que al de Televisa lo mataron en fuego cruzado, no, (ellos) estaban con él, con el jefe y con el subjefe de la plaza”.
En palabras de Abella, lo ocurrido ayer para nada podría catalogarse como un “ataque contra el periodismo del estado”, como es el caso de los recientes asesinatos del fotorreportero Rubén Espinosa y la activista social Nadia Vera, quienes antes de ser muertos en el DF fueron amenazados y hostigados en Veracruz. El dueño de El buen tono aseguró que lo sucedido en el bar “la Taberna” fue el “ataque de un grupo delincuencial contra otro”.
“Mis reporteros no tenían nada que hacer ahí, tomando con el jefe de la plaza, por eso fueron cesados”.
Así, en un comunicado se subrayó que los dos reporteros —quienes cubrían la nota roja en los medios de la región— no se portaban nada bien, ya que no sólo empinaban el codo con delincuentes, sino que además habrían recibido dinero del grupo criminal, esto de manos del ex corresponsal de Televisa.
Luego del ataque, los dos reporteros fueron resguardados por la policía y trasladados a la ciudad de Córdoba. Según el director general del diario, Luis Domínguez, sus ahora ex empleados salvaron la vida por no ser el blanco del ataque. Agregó que en breve se reunirán con la Comisión Estatal de Periodistas, para definir sus opciones, que pueden ser sacarlos del estado o incluso del país. Además, remarcó que por tocar temas relacionados al narco, El buen tono ya ha recibido amenazas, sin embargo, en todos los casos han recibido asesoría, apoyo y protección de las autoridades del estado.