Con la divulgación de que los responsables de las explosiones en Boston eran chechenos, es altamente probable que las tensiones diplomáticas entre Estados Unidos y Rusia se agudizen o que puedan establecer un común acuerdo en contra del terrorismo.
Esto, aunado a que la semana pasada, se publicó en Washington una lista negra de funcionarios rusos, denominada Lista Magnitsky en la que se nombran 18 funcionarios rusos sospechosos de abusos en derechos humanos, y que por ello tienen restringido el acceso a Estados Unidos y sus cuentas bancarias norteamericanas quedan congeladas.
Las autoridades rusas respondieron con una lista negra de ciudadanos norteamericanos y la llamaron “Lista Guantánamo“, con el mismo número de personas, 18 funcionarios estadounidenses que no pueden ir a Rusia. Además, el Gobierno ruso afirma que Estados Unidos está desplegando un sistema de defensa antimisiles en Europa junto a la OTAN, para protegerse ante potenciales amenazadas de Irán,
El gobernante checheno Ramzán Kadýrov, afirmó que los hermanos Tsarnáyev perdieron todo contacto con la República Rusa de Chechenia cuando la abandonaron durante su infancia. El portavoz oficial Dmitri Peskov, detalló que toda la información que llega de EEUU sobre la procedencia de los sospechosos requiere confirmación oficial. Según informaron fuentes diplomáticas, los hermanos Tsarnáev, Dzhojar y Tamerlán, no figuraban en el registro de ciudadanos rusos ni en la embajada rusa en Washington ni en el consulado general en Nueva York, según otras fuentes, tenían la ciudadanía turca.
Peskov criticó a Estados Unidos por aceptar en el pasado a representantes de la guerrilla separatista chechena reclamados por la Justicia rusa.
“Quiero recordar que en la década del 2000, cuando en el Cáucaso Norte transcurría una guerra, Putin aseguró en más de una ocasión que no hay terroristas tuyos o míos. Con ellos no se puede flirtear. No se pueden hacer diferencias, con unos hablar y con otros no. Todos por igual se merecen desprecio”, dijo.
En cuanto al tema de Boston, el gobierno ruso sólo estará feliz , si las investigaciones se dirigen a rebeldes chechenos, a quienes se les ha incriminado de los peores ataques terroristas que ha vivido Rusia, durante 15 años.
También se corre el riesgo de un creciente resentimiento entre los ex enemigos de la Guerra Fría. Depende mucho de que los gobiernos de Estados Unidos y Rusia encuentren un terreno común para coperar en conjunto en las investigaciones de los dos chechenos acusados de llevar a cabo los atentados en el maratón de Boston.
Los sucesos ocurridos en Boston ofrecen una clara oportunidad para mejorar la cooperación en temas de seguridad.