Tras darse su taco por varias horas, el presidente de Estados Unidos terminó echándole una llamada a sus homólogos de México y Estados Unidos para, a final de cuentas, aceptar seguir con el Tratado de Libre Comercio (TLC), el cual nomás será renegociado.
Por la mañana, se dio a conocer que Donald Trump ya preparaba su poderosa pluma fuente para firmar una orden ejecutiva, con la cual se oficializaba su salida del vilipendiado tratado. Aunque nomás estaba fintando, el chisme provocó que el peso cayera 30 centavotes, según reporta Reforma.
Horas más tarde, después de echarse su comida Godínez, tanto legisladores republicanos como líderes comerciales en Estados Unidos, señalaron que el supuesto anuncio no era menos que gacho y desastroso para la economía gringa. Ya con esto, se vislumbraba que Trump torcería las manitas… cosa que a final terminó haciendo.
Contrario a su tradición tuitera, el exótico presidente estadounidense se comunicó vía telefónica con Enrique peña Nieto y Justin Trudeau, a quienes le dijo que siempre no: Estados Unidos no saldría del TLC. El acuerdo continuará… por ahora.
El Presidente Trump acordó no terminar TLCAN en este momento, y los líderes acordaron proseguir rápidamente, de acuerdo a sus requerimientos internos, para hacer posible la renegociación del TLCAN en beneficio de los tres países”, señala el comunicado emitido desde Washington.
Por su parte, aquí tampoco se tardó en informar sobre la permanencia de los tres países que forman el TLC. En comunicado compartido en su página oficial, Presidencia señaló que EPN y Trump “coincidieron en la conveniencia de mantener el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, y trabajar junto con Canadá, para llevar a cabo una exitosa renegociación, para beneficio de los tres países”.