Al menos sigue el guión oficial…
Hace unas semanas el presidente Enrique Peña Nieto comentó que a veces el que el tipo de cambio peso-dólar dé ventaja a la moneda gringa se asocia con “que estamos mal”. Y sí… pero también “es positivo”… ya que si la moneda tiene poco valor, pues eso hace atractivo al país para el turismo…
Y bueno, unos pensaron que lo dijo porque andaba medio cansado (se había echado unas carreritas ese día) o simplemente porque no domina el tema. Así que para salir de dudas y realmente confirmar si el que el peso baje hace que se deje caer toda la turisteada, se cuestionó la opinión del que sabe: el titular de la secretaría de Turismo, Enrique de la Madrid.
Y, efectivamente, el hijo del ex presidente Miguel de la Madrid confirmó que la devaluación del peso frente al dólar es un problema para otros sectores (bueno, casi todos)… pero para el turismo es “la gran oportunidad” para consolidarse.
Para fortalecer este dicho, el secretario señaló que este año se prevé recibir en el país a más de 30 millones de turistas extranjeros… quienes vaciarán sus bolsillos para dejar ganancias de hasta 17 mil millones de dólares.
Lo anterior no quiere decir que nomás los extranjeros tienen diversión, ya que De la Madrid remarcó que somos los mexicanos los que “por mucho” viajamos por nuestro territorio: más de 70 millones de connacionales visitan diversos destinos del país. ¿Con qué dinero? Bueno, para eso se arman las tandas o existe el Monte de Piedad.
El encargado del Turismo nacional inauguró la II Feria Nacional de Pueblos Mágicos y ahí –además de lo anterior- aseguró que hay que volver a ver al turismo como una de las actividades principales, ya que como va la cosa, se antoja difícil que las manufacturas y las exportaciones se mantengan como principal motor de crecimiento.
Sin embargo, reconoció que en el tema turístico México crece “disparejo”, ya que la mayoría de las empresas que se dedican al ramo son micro, medianas y pequeñas… así que requieren invertirle para desarrollarse y darle batalla a las grandes firmas. ¿Y con qué dinero? Nah, pequeño detalle.