Así es señores, estamos en el segundo día del Austin City Limits, traído a ustedes por Sopitas.com y Tequila Azul Centenario. Así nos fue este sábado glorioso.
Nos lanzamos como ayer, bien temprano, al Zilker Park para traerles de nuevo todo lo que vivimos en ACL. Primero nos dimos una vuelta por el área de souvenirs del festival, todo muy local y artesanal. Varias carpas se juntan para vender artículos de arte y con causa. Así son en Austin, siempre dándole prioridad a lo hecho en casa.
Después de bailar con Grimes, el calor se relajó mucho, de hecho, dicen que está entrando un frente frío a Austin, lo cierto es que el ambiente se sentía mucho más fresco y pudimos caminar tranquilamente para ver un rato de la presentación de Wilco. Oh Wilco, siempre nos haces mover lento la cadera con tus letras folk. Wilco fue uno de esos espectáculos en donde los muy jóvenes y los adultos pudieron compartir música. Me sorprendió ver a gente tan joven corear las baladas de Wilco que, además, tiene un estilo que encaja perfecto con todo el festival. Uno de los favoritos locales, Wilco siempre complace.
Después de Wilco, el sol comenzaba a ocultarse y cambiamos completamente de estilo. Todos sacaron su mejor hierba ánimo para Kendrick Lamar. Yeah, that’s right mo’fos, Lamar was in da huose. Lamar es de esos raperos chapados a la antigua, no hacen sino rimas sucias, pegajosas pero altaneras, en fin, todo el estilo californiano, west coast representing, y así. Lamar prendió a todos los muchachos güeros dick heads que el pedazo de tierra pudo albergar. Nos sentíamos en antro gringo.
Y pues nos la seguimos. Ni un minuto de descanso nos dieron porque luego luego después de Lamar, la gente corrió a los dos escenarios en donde se presentarían los headliners, The Cure y Kings of Leon.
Nosotros fuimos desde luego a ver a The Cure, con todo el dolor del corazón, literalmente. Qué se puede decir de The Cure que no se haya dicho ya. Robert Smith sigue fresco como una lechuga, esto ya nos lo ha demostrado en sus maratónicos conciertos de cuatro horas. En Austin apenas nos deleitó con dos, que no fueron suficientes pero que nos dejaron satisfechos.
Las letras de The Cure fueron un final perfecto para nuestro sábado de gloria sin descanso. Todavía nos falta un día acá, el recorrido es largo pero no nos cansamos.
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Por Luis Miguel Albarrán @Perturbator
Fotos: @Perturbator y ACL