nues”¡Ya llegó el cartero!”. Esto es lo que Margarita, enfermera del Hospital General Regional No. 1 en Tijuana, grita a sus pacientes cuando entra a trabajar, llevando consigo esperanza.

Y es que al ver la desesperación y tristeza de quienes se encuentran internados por COVID-19, sin más contacto que con el personal médico, tomó la decisión de convertirse en el cartero. Todos los días, una hora antes de su turno, recibe cartas en la explanada del hospital de personas que tienen algún familiar o amigo internado.

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Foto: Especial

Platicamos con Margarita vía telefónica y nos contó que, cuando tiene un rato sin tanto trabajo como enfermera, lleva los mensajes a los pacientes de su área o incluso los lee para quienes no pueden hacerlo.

“La sensación de no poder hablar o de no poder ni levantarte porque te falta el aire, mas los síntomas que presentan pues obviamente que te sientes mal. Es muy importante que el paciente tenga un estado de ánimo óptimo o que esté muy receptivo a las cosas buenas, que se olvide un poquito de lo negativo y que tenga esa mentalidad de que va a sobrellevar las cosas. Eso también influye mucho en su recuperación”, nos explica.

¡Llegó el cartero!

Margarita cuenta que el primer día que empezó a hacer esta actividad ingresó a su servicio con apenas cuatro cartas. Actualmente ya son más de 80 mensajes diarios que buscan llevar a los pacientes una sonrisa y ánimos para que sigan luchando contra el coronavirus.

“En mi servicio muchos ya saben, por ejemplo tengo pacientes que duran hospitalizados dos semanas, o una semana, entonces cuando yo llego, siempre les digo: ‘al ratito a ver a quien le llegó carta’ y trato de hacerlo de una manera chistosa o amigable. A veces el paciente nada más está oyendo el sonar del ventilador y con la angustia de que se puede morir. Si puedo llegar yo a hacerlos reír un rato pues es lo bonito”.

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Foto: Especial

Eso sí, les avisa a los familiares que no es correspondencia: que no esperen una respuesta ya que todo lo que entra en el área de COVID-19 ya no puede salir. Ella tampoco puede sacar nada.

“Obviamente tomo mis tiempos, cuando tengo un espacio más tranquilo, me doy el tiempo para poder empezar a entregar las cartas. Hay pacientes que requieren que yo les lea la carta porque ellos no pueden“, cuenta.

Desafortunadamente, el paciente por el que empezó a llevar mensajes falleció muy rápido. La enfermera lo dejó bien y cuando regresó al otro día ya no estaba.

“Simplemente un día regresé a mi trabajo. Yo lo dejé bien, me fui un día de descanso a mi casa y cuando regresé ya lo encontré con un ventilador, ya no respiraba por él mismo. Cuando me fui a mi casa, al otro día ya no lo encontré. Ya no aguantó. Se van deteriorando bien rápido”, dice.

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Foto: Infobaja de BC

Se van tranquilos

Margarita cuenta que muchas de las cartas que lleva a sus pacientes son para pedir perdón, para arreglar alguna situación familiar o simplemente para que la persona sepa que su familia lo está esperando afuera.

“Hay veces que el paciente fallece después de que yo le leo la carta y me quedo con la satisfacción de que se fue con algo positivo, de que se fue con un mensaje positivo de su familia”.

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Foto: Especial

La enfermera nos explicó que hay días buenos y otros no tanto.

Afirma que en una jornada a veces le toca ver cinco o seis defunciones y dos pacientes que se van de alta, por lo que tanto ella como sus compañeros y compañeras se quedan con el sentimiento de dar más, de hacer algo sobrehumano para salvarlos a todos, pero no se puede.

“Somos humanos y pues tenemos sentimientos. Me alegro cuando un paciente se va de alta, que se va a su casa, porque sí hay casos pero también hay quienes no sobrellevan la batalla y pierden y son los más. Lo único que nos queda es nada más tratar de sacar el lado profesional que tenemos para poder darle el apoyo al paciente y al familiar que también pierde a sus seres queridos”, comenta.

Todos a donar

Magui, como también la conocen en su trabajo, nos cuenta que debido a que el equipo de protección personal sólo puede ser usado una vez y no se lo pueden quitar en todo el tiempo en que estén en su área, no puede llevar cartas a otras áreas de su trabajo que no sean la suya.

Es por eso que hace un llamado a la población para que, en la medida de sus posibilidades, donen equipo de protección al personal médico, tanto de su clínica como de todos los hospitales del país.

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Foto: Galo Cañas/ Cuartoscuro

Esto permite que los médicos, médicas, enfermeros, enfermeras, personal de limpieza y camilleros estén bien protegidos. En este caso, también ayudará a que Margarita pueda seguir llevando cartas con mensajes de esperanza a los pacientes que tanto lo necesitan.

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Yo soy Gabriela Espinosa, pero díganme Gaby, si no siento que me regañan. Trabajo como reportera y redactora en Sopitas.com desde 2018 y desde entonces me enfoqué, en su mayoría, en hard news. En diciembre...

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