El pasado 19 de febrero se dio un caso más de intolerancia y racismo de parte de las autoridades estadounidenses, cuando el cineasta palestino Emad Burnat fue detenido al llegar al Aeropuerto Internacional de Los Ángeles.
Emad Burnat viajó de Turquía a Los Ángeles para estar presente en la entrega de los Premios Oscar del próximo domingo, ya que el filme que co dirigió, “5 Broken Cameras”, está nominado en la categoría de Mejor Documental.
El cineasta palestino llegó muy emocionado a Estados Unidos por tener la oportunidad de ser parte de la historia del Oscar, pero, tristemente, esa sensación se convirtió en angustia en el momento en el que funcionarios de inmigración estadounidenses lo detuvieron junto con su esposa e hijo, quienes viajaban con él, para someterlo a un interrogatorio que duró cerca de una hora, pues no le creían que estuviera nominado al Oscar.
Las autoridades le exigieron a Burnat que comprobara su condición de nominado al Oscar y lo amenazaron con mandarlo de regreso a Turquía en ese mismo instante si no les daba pruebas sólidas de lo que decía.
Afortunadamente para el cineasta palestino y su familia, miembros de la Academia y el cineasta estadounidense Michael Moore intervinieron inmediatamente en el asunto al enterarse de lo que estaba sucediendo y esto ayudó para que el co director de “5 Broken Cameras” pudiera ingresar a Estados Unidos.
Esta experiencia fue demasiado desagradable para el director y su familia, pero es parte de la realidad que, día a día, viven muchos palestinos. Por su parte, las autoridades involucradas comentaron que las personas que llegan al aeropuerto pueden ser retenidos para hacerles una inspección adicional y que esto se puede dar por muchas razones como la verificación de identidad y comprobar cuáles son las intenciones del viaje, entre otras.
“5 Broken Cameras” se presentó con éxito en la pasada edición del Festival de Cine de Sundance. Utilizando 5 diferentes cámaras, Emad capturó la historia de la resistencia palestina ante la opresión israelí, desde el 2005 y durante 5 años. Los ataques israelíes destrozan las cámaras de Emad, pero él sigue adquiriendo otras nuevas para filmar lo que sucede a su alrededor, uno de los movimientos de resistencia pacífica palestinos que han sido más apoyados por la comunidad internacional.
**Vía The Hollywood Reporter