La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico asegura que el número de inmigrantes disminuyó en contraste a la tendencia global de aumento de los flujos de migrantes.
En el 2007 el ingreso de extranjeros al país era de 6.8 mil; en el 2008 fue de 15.1 mil; en 2009 de 23.9 mil; en el 2010 fue de 26.2 mil; pero en el 2011 comenzó a bajar con un total de 21.5 mil.
Los datos preliminares del 2012 muestran que este año el flujo de inmigrantes sería de 20.7 mil.
La mayor parte de los extranjeros que llegan a México en el 2011 fueron de Estados Unidos (el 20%), luego están los de Cuba (8%), Colombia (8%), Venezuela (6%) y Guatemala (6%).
También el número de mexicanos que se van al extranjero disminuyó, pese a eso, México ascendió de la sexta a la quinta posición dentro de los países origen de los inmigrantes (la lista está encabezada por China, Rumanía, Polonia e India).
El informe señala que:
«Tanto razones económicas como la creciente vulnerabilidad causada por la violencia del crimen organizado, incluyendo secuestros y asesinatos durante el tránsito, llevaron a una reducción en la inmigración de tránsito (en México) desde 2005»
Recordemos que México es un país de tránsito ya que somos paso obligado para los inmigrantes del sur (principalmente centroamericanos) en su trayecto a los Estados Unidos.
Por lo mismo el Crimen Organizado ha creado toda una red para la explotación de los inmigrantes que pasan por nuestro país, ya que al ser muchos indocumentados, son un sector muy vulnerable a sufrir extorsiones, asaltos, y hasta asesinatos.
Activista pro migrantes deja albergue La 72
Al respecto, el defensor de los derechos de los migrantes, Rubén Figueroa, se retiró temporalmente del albergue para indocumentados La 72.
Esto lo hizo debido a las reiteradas amenazas de muerte que habían hecho en su contra, ya que las autoridades nunca aplicaron las medidas de protección ordenadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
En entrevista con La Jornada, el activista expresó:
«Salgo del albergue por las reiteradas amenazas de muerte hacia mi persona por bandas del crimen organizado. Definitivamente, no hay garantía alguna ni mecanismo eficiente que esté cambiando la situación (de inseguridad) y mi vida corre peligro»
Aunque contempla la posibilidad de volver a sus labores en el albergue cuando las circunstancias sean más favorables, Figueroa denunció el desinterés de los tres niveles de gobierno hacia los indocumentados y los defensores de los derechos humanos que los protegen.
***Vía El Universal, La Jornada (impreso)