Los cambios poblacionales, las estadísticas de natalidad o los relevos generacionales son un asunto al que pocas veces le prestamos atención. Sin embargo, cuando suceden movimientos repentinos, naciones enteras alrededor del mundo —saludos, Japón— cambian sus perspectivas a futuro… y al respecto, algo bastante interesante está sucediendo en México.
Durante el año pasado, el 2020, hubo cambios tremendos en las estadísticas de nacimientos.
Según las cifras oficiales publicadas por el INEGI, la caída en los nacimientos fue extremadamente notoria. Se registraron un total de 1 millón 629 mil bebés en México que refleja un desplome del 22% respecto a los nacimientos en 2019.
La caída generacional en nacimientos registrados, de paso, sigue una tendencia histórica a la baja. No solo el desplome del 22% de un año para otro —cerca de 460 mil bebés—, sino una caída que se ha hecho presente desde hace varios años. Si lo comparamos con el 2011, hubo 950 mil nacimientos menos.
Se puede ver impresionante en las gráficas.
Como datos curiosos agregaron que el 50.9% de los nacimientos fueron hombres y la mayor tasa se presentó en el estado de Chiapas. ¿La menor? En la Ciudad de México y el Estado de México.
Sin embargo, un apunte que hace el INEGI al hablar de bebés y nacimientos reducidos en 2020 es la complicación que hubo para registrarlos.
¿Menos registros?
Aunque es notorio que cada vez nacen menos bebés en México, en el 2020 hubo otros problemas que se reflejaron en este desplome estadístico. No, no hablamos de los emocionales, económicos o personales… sino burocráticos.
El INEGI explica que una de las razones que —tal vez— explica la caída en los nacimientos tiene que ver con el Registro Civil.
Derivado de la pandemia, muchos de los trámites burocráticos en México se vieron disminuidos y se hicieron más lentos. Además, otras personas no acudían de inmediato a registrar a los bebés y era ahí de donde se obtienen las estadísticas. “Hubo una reducción en la demanda del servicio de registro debido al confinamiento de las personas en sus viviendas y a las condiciones que las autoridades sanitarias definieron para la operación de las actividades económicas no esenciales”, explicó el INEGI en una publicación al respecto.