No es de a gratis que muchos no confíen en quienes pregonan una vida “recta”, tal y como la que presumía el exgobernador republicano de Alabama, Robert Bentley, quien a sus 74 años sacó el demonio a pasear y se vio envuelto en un escándalo sexual que lo llevó a renunciar a su cargo.
Bentley, quien también hacía labores religiosas como pastor bautista, sostuvo una relación extramarital con su consejera de 45 años, Rebekah Caldwell, la cual fue descubierta en 2016. Aunque intentó tapar su “pecado” con recursos públicos y, tras no conseguirlo, alegó que sólo mandaba mensajitos eróticos (es decir, que no llegó a tener relaciones físicas), luego de un año de aferrarse al “hueso”, el escándalo lo llevó a dimitir como gobernador.
Thank you, Alabama. From the bottom of my heart. God Bless our Great State. pic.twitter.com/6vxQ5tlkRo
— Dr. Robert Bentley (@GovernorBentley) 10 de abril de 2017
“No puedo permitir que mi familia, mis amigos, mi equipo de trabajo y mi gabinete se sigan viendo afectados por mis acciones pasadas”, dijo en rueda de prensa Bentley (más conocido ahora como el “Luv Guv”) quien será sustituido por sangre nueva: Kay Ivey, una republicana de 72 años, quien gracias a las calenturas de su compañero de partido se convertirá -luego de 50 años- en la segunda gobernadora de Alabama.
De acuerdo con El País, además de renunciar a su cargo, Bentley reconoció ser culpable de dos delitos menores, los cuales están ligados a su affair: la no declaración de dinero recibido en campaña y, para rematar, usar ese dinero para intentar tapar el escándalo. Ante tales revelaciones, sus compas republicanos poco lo apoyaron. Es más, desde antes de revelar sus secretos, Bentley ya lucía aminorado en cuanto a poder político.
Lo anterior no podía ser de otra forma: de acuerdo con una encuesta de Gallup, Alabama es el segundo estado más conservador de Estados Unidos. Que su máximo representante haya violado las leyes del “Señor”, no fue nada grato para quienes lo llevaron a la gubernatura… y menos que fue gracias a una publicación que se enteraron de los detalles.
Alabama’s Robert Bentley, aka the ‘Luv Guv,” gives up https://t.co/sesdEIEzz0 pic.twitter.com/CE1RlOfVfA
— CNN (@CNN) 10 de abril de 2017
Bueno, la verdad es que sí estuvo bien fresón el romance de Bentley. Según reporta El País, el exgober mandó emoticones con corazoncitos en los ojos a su asesora… pero no sólo eso. Para sonrojamiento de los republicanos, se dio a conocer que Bentley acompañaba a sus mensajes con frases picantes.
Desde 2015 la esposa del exmandatario supo que le habían puesto los cuernos, pero fue hasta el año siguiente que el escándalo se hizo público. A partir de entonces, Bentley se dedicó a intimidar a empleados para que no soltaran más la sopa. Pero como nunca faltan las filtraciones, al final el republicano tuvo que renunciar.