“¿Qué, que Jair Bolsonaro es más ultraderechoso que yo?, eso calienta…”, podría ser lo que pensó Donald Trump antes de agarrarla, otra vez, contra la caravana migrante.
Aunque ya admitió que no tiene pruebas para demostrar que la caravana migrante tiene maras o terroristas infiltrados, Trump volvió a asegurar en redes sociales que “muchos pandilleros” y bad hombres van con dirección al sur de Estados Unidos… pero “ahí de ellos”: el Ejército gringo ya nomás los está esperando.
“Por favor, regresen; no serán admitidos en los Estados Unidos a menos que pasen por el proceso legal. Esta es una invasión a nuestro país y nuestro Ejército los está esperando”, amenazó Trump a través de su cuenta Twitter.
Pese a que el futuro canciller, Marcelo Ebrard, asegura que “de lengua me echo un taco” con las advertencias de Trump… es decir, que se trata de puro cálculo político de cara a las elecciones intermedias de noviembre (ya muy) próximo, el comentario del republicano llega el mismo día en que se reporta que el Ejército gringo envió a cerca de 5 mil efectivos a la frontera México-Estados Unidos.
Conforme vaya avanzando la caravana migrante a lo largo del territorio mexicano se espera que las amenazas de Trump suban de calibre… así que habrá que ver cómo se portan las autoridades norteamericanas cuando tengan de frente a los miles de centroamericanos que conforman la caravana con la esperanza de poder ingresar a Estados Unidos.
Sólo hay que recordar que dicha caravana está conformada no precisamente por terroristas y pandilleros (si es que Trump tiene algo de razón), sin por jóvenes, niños y mujeres que huyeron de la pobreza y violencia que azota Centroamérica. De acuerdo con los cálculos, todavía les falta recorrer cerca de mil millas para lograr vislumbrar la frontera México-Estados Unidos. El punto más cercano es McAllen, Texas.
En lo que la primera caravana sigue su camino por nuestro país, ayer un segundo grupo armó e portazo en la línea fronteriza de México y Guatemala. Ahí sí hubo bronca. Tanto así que el enfrentamiento entre Policía Federal y migrantes dejó un saldo de una persona muerta y cerca de 20 heridos… y eso que sin amenazas de por medio. Ya veremos cómo se portan los efectivos de Estados Unidos.