Y ahora, una nota más de “cosas que sólo pasan en México… o en Los Simpson… o en una película de Cantinflas”.
En nuestro México lindo y querido hasta los nacimientos tienen su toque pintoresco. Al parecer hay una competencia entre los bebés por ver quién viene al mundo en condiciones más extrañas o en los lugares más raros. Hace unas semanas un par de bebés nacieron en las estaciones de Metro Tacubaya y Pantitlán, respectivamente. A uno de ellos hasta le dieron el beneficio de utilizar este sistema de transporte colectivo gratuitamente de por vida.
Ahora, un bebé nació… en un alcoholímetro. ¿Y a él qué le darán? ¿Inmunidad de por vida en el alcoholímetro?
El “alumbramiento” sucedió ayer domingo al filo de las 3:30 horas, cuando Betzabeth Alvarado Saraul, de 25 años de edad, iba a bordo de un taxi hacia el Hospital de Xoco. Debido al avanzado estado del parto, el bebé ya no quiso hacerse del rogar por lo que decidió venir al mundo en pleno recorrido rumbo al hospital.
Cuando David Alvarado Aguilar, papá de la mujer embarazada, vio que ni volando llegarían al nosocomio, le pidió al taxista del Nissan Tsuru matrícula B-09 731, que se detuviera en el punto de revisión 3 del alcoholímetro, ubicado en División del Norte y Privada de Irlanda, en la Colonia Barrio San Lucas, de la Delegación Coyoacán.
Don David le pidió a los médicos y a los policías capitalinos que se encontraban en el puesto del programa Conduce sin Alcohol, que auxiliaran a su hija. Los médicos Diana Ramírez Ramírez y Ángeles Figueroa Caballero fueron los que ayudaron en la labor de parto. El bebé fue un varón y nació en perfecto estado de salud.
El pequeño y su madre fueron trasladados a bordo de una ambulancia del ERUM al Hospital Infantil de Azcapotzalco.
¡Quiubo! La verdad qué bueno que estos puntos de revisión, además de servir para evitar accidentes relacionados con el alcohol, sirvan para ayudar a la sociedad en otras necesidades.