La detención de un grupo de contrabandistas en una de las fronteras de Tailandia, dejó al descubierto una cruel práctica que desde hace años tiene lugar en varios países asiáticos: la tortura de perros.
El pretexto por el que se incurre en esta práctica es francamente ridículo: dicen que la carne de un perro sacrificado le da mejor sabor a su carne.
De acuerdo a una cadena de televisión estadounidense, un camión que intentaba pasar de contrabando un cargamento de cientos de perros cuyo destino final era Vietnam, fue interceptado por las autoridades. Estos perros eran trasladados en pequeñas jaulas en las que apenas podían moverse debido a que iban amontonados unos contra otros. Este encierro era intencional para que los canes se molestaran entre sí y pelearan.
Según se investigó, además de la tortura a la que fueron sometidos los perros durante el traslado, se suma un sacrificio brutal: Son degollados frente al resto de sus compañeros para así causarles pánico y terror, pues supuestamente el estrés y miedo provocan el ingreso de hormonas en la sangre, mejorando el sabor de la carne.
John Dalley, activista de la asociación tailandesa Fondo para el Bienestar Animal, habló de la situación:
“Tenemos una gran cantidad de imágenes que muestran todas las etapas del contrabando de perros a Vietnam. Es un espectáculo realmente sangriento. Algunas fotos no las publicamos porque no lo consideramos adecuado, ya que antes de ser asesinados a los perros se les practica una tortura insoportable”.
Estos contrabandistas se inclinan por recoger a los animales de sus casas, pues los consideran más saludables. De hecho, varios activistas señalan que el 98% de los perros que sirven en restaurantes vietnamitas provienen del contrabando ilegal. La carne de este animal es considerada un manjar en aquella nación. El plato cuesta unos 60 dólares.
Anualmente se transportan ilegalmente más de 200 millones de perros entre los países que se encuentran entre Vietnam y Tailandia.