Derek Jeter, un beisbolista que en un principio pudo no ser de los Yankees de Nueva York, que gracias al resbalón de los Rojos de Cincinnati se convirtió en el jugador con más partidos jugados, hits, dobles y robos con la franela neoyorquina, hoy es homenajeado por el Empire State, uno de los más emblemáticos edificios estadounidenses.
Desde que el Capitán América anunció su retiro los equipos de la Major League Baseball comenzaron a rendirle homenaje, le regalaron algunas cosas, se llevó los aplausos en cada estadio que pisó y hasta Michael Jordan, otra leyenda del deporte, decidió hacerle una reverencia, por lo que la edificación no quiso quedarse atrás.
Hace unos días el mítico #2 de los Bombarderos del Bronx le dijo adiós a los diamantes de forma definitiva, se despidió del Yankee Stadium con un batazo memorable que le dio la victoria a su equipo y todo fue elogios para el hombre que le dio una nueva vida a la institución, ése que desde 1995 le fue fiel a la franela y que hoy se ve insustituible.
Las palabras sobran, los elogios parecen ser cosa de nada luego de conocer la tremenda carrera de este hombre, pero aún así el Empire State se encendió al ritmo de los colores de los Yankees y, sobre todo, del hombre más reconocido hoy por hoy: Derek Sanderson Jeter.
Ya fuera en la cercanía de la Quinta Avenida o a kilómetros de distancia, se podía ver ese número dos en la punta del rascacielos de 103 pisos, los colores azul y blanco iluminar lo más alto y todo para decir #FarewellCaptain