Hace un año estábamos bien emocionados ante la inminente llegada del Fin del Mundo, el 21 de diciembre del 2012. La fecha llegó, no pasó nada y nos quedamos vestidos y alborotados. Para aquellos que siguen tristes, y desean muerte y destrucción, les tenemos una buena noticia.
¡Ya hay una nueva fecha para el fin del mundo!
Lo malo es que a menos que juntes las esferas del dragón, seas un vampiro inmortal o Chabelo, no te tocará verlo, pues según unos científicos escoceses será en el año 2,002, 013.
Está investigación fue dirigida por Jack O’Malley-James, astrobiólogo de la Universidad de St. Andrews en Escocia, y fue presentada durante la Reunión Nacional de Astronomía. Según sus cálculos, a la vida le quedan dos millones de años de vida y la extinción se irá dando así: Primero las plantas y los animales (ahí entramos nosotros) y por último los microbios.
Los microbios sobrevivirán más tiempo, pues pueden vivir en condiciones extremas, aunque también perecerán cuando las condiciones de la Tierra empeoren debido a la escasez de agua, las altas temperaturas y la intensa radiación ultravioleta. Entonces el planeta quedará desprovisto de vida por ahí del año 2,002,013.
Bueno, ¿y por qué nos vamos a morir todos? Contrariamente a lo que se pensaba, el fin del mundo se dará debido a la falta de dióxido de carbono en la atmosfera. Según O’Malley-James y sus amigos, esto sucederá por culpa del Sol, que cada vez será más brillante y caliente, provocando que los mares comiencen a evaporarse.
En menos de mil millones de años, los niveles de dióxido de carbono serán demasiado bajos para la fotosíntesis, fenómeno indispensable para la existencia de las plantas, y por consiguiente para la vida en la Tierra. Sin plantas, los animales herbívoros no tendrán que comer, y al extinguirse ellos, los animales carnívoros también sufrirán el mismo destino.
Estaría más entretenido un apocalipsis zombi.
Por ahora, los expertos buscan la manera de reducir los niveles de gases de invernadero y evitar así el calentamiento global. ¿Lo lograrán? Eso ya lo verán nuestros tatara tatara tatara tatara tatara tatara tatara nietos.
Idea millonaria: vayan haciendo sus playeras alusivas al apocalipsis con el número 2,002,013.