A poco más de una semana del Buen Fin, probablemente te sientas endeudado y pobre. Además, aun te faltan los gastos de Navidad y la tremenda cuesta de enero. Sin embargo, aun puedes alegrarte pues hay personas que están mucho peor que tú.
Este es el caso de Jérôme Kerviel, considerado a sus 35 años el hombre más endeudado del mundo. Esta es su historia.
Por años, Jérôme Kerviel realizó transacciones en la bolsa francesa por más de 5,000 millones de dólares, para lo que se dice, utilizaba documentos falsos. En algún punto sus cálculos fallaron y un mal movimiento financiero hizo que perdiera de golpe 4,500 millones de dólares.
Para colmo, la crisis hipotecaria del 2008 hizo que su deuda aumentara 2,000 millones de dólares más, situación que dejó al Société Générale, el banco más antiguo de Europa, al borde de la quiebra.
De la noche a la mañana, Kerviel pasó de ser un corredor de bolsa, al hombre más odiado y endeudado no sólo de Francia, sino del mundo entero, con la grotesca cantidad de 6,300 millones de dólares. La justicia francesa lo ha condenado a cinco años de cárcel por abuso de confianza, falsificación y uso de datos falsos en el sistema de información del banco. Por supuesto, también debe pagar lo que debe. Se calcula que para hacerlo, tendría que trabajar 45,000 años con su sueldo anterior que oscilaba en los 50,000 dólares mensuales.
Si tuviera que pagar esa deuda ganando el salario mínimo francés, tardaría 370.000 años en liquidar su deuda, que apenas es menor al Producto Interno Bruto de Nicaragua (en el 2011 era de 7.297 millones de dólares).
Sin embargo, él se presume inocente.
“Solo pretendía ser un buen empleado. Yo no era más que una pieza del engranaje y de repente me veo convertido en el principal culpable de la crisis financiera. No he ganado millones y no tengo un Porsche”, confesó hace tiempo.
Varios franceses creen en su palabra y se han solidarizado con él, pues lo consideran una víctima más del capitalismo. En las redes sociales varios usuarios han comenzado campañas en Facebook sugiriendo que cada francés le done 75 euros para que salga de la bronca.
“Es absurdo que mientras pululan los ladrones de cuello blanco se culpe a una sola persona. Él era parte de un sistema que deja que los corredores jueguen monopolio con el dinero de los demás. Los bancos también deberían pagar y por eso lo apoyamos”, afirmó el francés Nathan Williams, líder de un club de fans de Kerviel, quienes se aventaron la puntada de proponerlo como candidato para obtener el Premio Nobel de Economía.
Ser el más endeudado le ha traído fama. Se han publicado cinco libros sobre su vida, uno de ellos escrito por él mismo bajo el título de El engranaje, memorias de un trader.
También es protagonista de un cómic que lo muestra como un héroe que intenta derrumbar el sistema financiero. Ya hasta están pensando en hacerle una película que él interpretaría cuando recupere su libertad.
Pues ya que se aproveche de la fama, total, de todas formas ni podrá pagar.
¿Culpable o inocente?