El Papa Francisco siempre nos da sorpresas. Algunas pueden ser extrañas, como las de sus llamadas telefónicas medio random, pero otras pueden ser muy de aplaudirse. Acá te presentamos dos: llamó al dinero un “ídolo que roba nuestra dignidad”, encontró en esta actitud la causa de la crisis económica y espiritual a nivel mundial; y, por otro lado, piensa seriamente en convertir mujeres en cardenales.
En efecto, el Papa Francisco, que ya es llamado por muchos “el Papa que escucha”, llegó ayer a Cagliari, Italia, con motivo de su gira pastoral por este país. Bergoglio escuchó el testimonio de tres personas tocadas por la crisis económica, entre ellos un desempleado que afirmó:
“La falta de trabajo debilita el espíritu y provoca miedo y desconfianza en el futuro.”
Al parecer, el Papa hizo a un lado el discurso que llevaba preparado e improvisó otro que arrancó no pocos aplausos y lágrimas por parte del público.
“No quiero ser un funcionario de la Iglesia que viene y les da ánimos con palabras vacías, dichas con una sonrisa. Perdonen si estas palabras son un poco fuertes, pero digo la verdad: la falta de trabajo te lleva a sentirte sin dignidad. ¡Donde no hay trabajo no hay dignidad! Y esta tragedia es la consecuencia de un sistema económico que ha puesto en el centro a un ídolo que se llama dinero”.
El Obispo de Roma lamentó también “la arrogancia en el servicio a los pobres” y condenó a quienes alardean su ayuda, “llenándose la boca de pobres.”
Concluyó aquél discurso con palabras que han causado sorpresa nivel mundial por su tono:
“Señor Jesús, a ti no te faltó el trabajo, enséñanos a luchar por el trabajo”
Esto es tan sólo una muestras de las ideas que parecen cursar la mente de Bergoglio y que le están poniendo en el centro actual de la opinión pública, tanto al interior como al exterior de la iglesia.
A finales de agosto, el Papa ofreció una entrevista a La Civiltà Cattolica, publicación de la compañía de Jesús. La entrevista se ha vuelto famosa demasiado rápido y no es para menos: en ella, Bergoglio llamó “simples funcionarios” a muchos de los miembros de la iglesia, urgiendo la necesidad de verdaderos pastores; y afirmó que la iglesia se encuentra “obsesionada” con temas como el aborto y el matrimonio gay. Así también, sobre la homosexualidad, afirmó
“no es posible una injerencia espiritual en la vida personal.”
Fue en esta misma entrevista que el Papa vio con buenos ojos el emprender próximamente las reformas necesarias para la inclusión de mujeres en el colegio cardenalicio. Curiosamente, esto no se lograría por la vía de la ordenación femenina: parece mucho más reacio a la formación de mujeres sacerdotes. Sin embargo, recordó que el papel de cardenal no el de un sacerdote de jerarquía superior, sino el de consejero del Santo Padre y elector de Papa cuando se presente la necesidad.
En los lugares donde se toman las decisiones importantes es necesario el genio femenino. Afrontamos hoy este desafío: reflexionar sobre el puesto específico de la mujer incluso allí donde se ejercita la autoridad en los varios ámbitos de la Iglesia”.
El Papa parece no ver problema en la colocación de mujeres en papeles de autoridad dentro de la iglesia, afirma que existen antecedentes de inclusión de laicos en el colegio, y ello implicaría sólo reformas mínimas para lograr la de las mujeres.
Durante la entrevista, el Papa Francisco afirmó:
“Nunca he sido un hombre de derechas”